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Torreón, su Centro Histórico y las autoridades

Las laguneras opinan...

ROSARIO RAMOS SALAS

La importancia del Centro Histórico de una ciudad radica en su historia, en la relevancia arquitectónica y estética de sus edificios y en su actividad económica. Los centros de las grandes urbes se reconocen al menos, por estos tres elementos.

Nuestra ciudad no escapa a estas características en lo que a su Centro se refiere. Es Histórico porque fue en esta área donde nuestra ciudad nació, donde antes se trazó la vía del tren y se construyó la primera estación del ferrocarril. Conserva todavía algunos edificios que desde el punto de vista estético son atractivos, funcionales y bellos. En él, durante muchos años se vivió la actividad comercial más importante de la ciudad.

El Centro funcionaba además porque sus servicios públicos eran eficientes. Había iluminación, seguridad, estacionamiento suficiente, transporte, limpieza de sus calles, banquetas y plazas. Los laguneros acudíamos diariamente al Centro porque allí se compraba, ahí nos divertíamos y paseábamos. Más aún era habitable, la gran población vivía en el Centro.

Sin embargo, todos sabemos que la ciudad fue creciendo, los estilos de vida cambiaron y los habitantes comenzaron a desplazarse a nuevos desarrollos habitacionales. Junto a ellos o detrás de ellos, los comercios cambiaron también de domicilios.

Esto mismo ha pasado en muchas ciudades del país y del mundo. No somos la excepción. Pero quizá lo que en otros lados ha sucedido es que sus autoridades sí se han preocupado de sus Centros Históricos.

Los han rescatado, mejorado, rehabilitado, los han hermoseado, hecho crecer y volverse atractivos turísticos y fuente de ingresos para muchos de sus habitantes. Cosa que aquí no ha sucedido. Desde hace ya bastantes años el mantenimiento urbano del Centro ha sido mediocre e insuficiente. El mejoramiento no ha sido integral, ni planeado y consultado con los ciudadanos. A pocos ha beneficiado. Los bienes inmuebles se han quedado vacíos, el comercio ha decrecido.

Sucede que se llevan a cabo proyectos que no se consultaron, mucho menos se preguntó a los ciudadanos si estábamos o no de acuerdo. Simplemente se hicieron porque a alguien se le ocurrió. Es el caso de los ambulantes de nuestra ciudad. Un buen día las autoridades dijeron que había 500 vendedores ambulantes, que debían buscarles un espacio y pensaron que lo más fácil era cerrar dos calles y ahí les hicieron sus módulos de venta. Nadie les preguntó a los comerciantes que llevan años establecidos y pagando sus impuestos, mucho menos a los clientes habituales del Centro o a los dueños de inmuebles. Los ciudadanos solamente importamos cuando van a tener lugar elecciones. Entonces se acuerdan que existimos. Resultado: tenemos decenas de puestos, muchos de ellos vacíos, dos calles cerradas en cuatro cuadras, menos lugares para estacionarse y comerciantes que se afanan por revivir el Centro. ¿A quién benefició esa solución parcial?

Lo paradójico es que en esa zona se encuentra la plaza principal de la ciudad, uno de los dos teatros más importantes de la ciudad, varios importantes museos, el edificio que recién se compró para oficinas municipales, entre otras construcciones. Es una paradoja porque desde enero en que Torreón tiene nuevas autoridades todavía no conocemos qué planes tienen para darle al Centro Histórico la dignidad que merece.

Mientras tanto hay rumores y comentarios sobre el tema. Se habla de que el Municipio está planeando edificar una macroplaza frente al edificio de la Presidencia Municipal de la avenida Matamoros. Que esta gran plaza unirá al edificio mencionado con el del Palacio Federal que está casi vacío. Se habla de que el Centro se desplaza hacia el Oriente y el Centro Histórico se dejará como está. Los recursos se pondrán en el proyecto de la macroplaza. No sabemos quién o quiénes se beneficiarán si se lleva a cabo este proyecto. La autoridad nada ha dicho todavía.

Pienso que deberían de informar sobre sus planes, aclarar, preguntar al ciudadano, a los que viven o trabajan en el Centro, en fin a todos los torreonenses. Consensuar los proyectos si no queremos que pase lo que ya pasó cuando se les dio a los ambulantes sus puestos plateados que a pocos beneficiaron y a muchos más perjudicaron.

Me ha tocado ver en otras ciudades cómo sus autoridades exponen sus proyectos en algún lugar público. Durante meses muestran las maquetas o los planos para que la gente conozca los proyectos, los entienda, opine sobre ellos y después de consensuarlos se toman las decisiones y se lleven a cabo.

Ojalá que el alcalde y su equipo pronto den a conocer los planes que tienen para el Centro Histórico y que tomen el pulso de la ciudadanía. Si es verdad lo de la macroplaza, ¿cómo se piensa integrar un sector con el otro? ¿Cómo unir las dos partes y mejorar sustancialmente ambas? No tomen decisiones sin preguntar y acordar con los ciudadanos. No se arrepentirán.

Ayer fue el Día del Niño. Un día que deberíamos festejar todos los días del año. Porque como decía la gran educadora italiana María Montessori "el niño es el futuro del hombre". Nuestros niños merecen que les demos la mejor educación, que trabajemos para que vivan en un mejor país cuando sean grandes.

Garzara1@prodigy.net.mx

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