La toxina botulínica (botox) ya no sólo es un auxiliar cosmético para eliminar las líneas de expresión, sino que su uso se expande como herramienta para el proceso de reconstrucción de la mama en sobrevivientes de cáncer.
La toxina botulínica (botox) ya no sólo es un auxiliar cosmético para eliminar las líneas de expresión, sino que su uso se expande como herramienta para el proceso de reconstrucción de la mama en sobrevivientes de cáncer.
De acuerdo con el doctor José Luis Hadad Tame, miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, A. C. (AMCPER), y pionero en el uso de esta bacteria en México, “el procedimiento ha tenido resultados positivos, ya que la toxina es el relajante más potente y efectivo que existe”, dice.
De acuerdo con López-Salguero este método, que “se aplica desde hace más de dos años en México, es un gran apoyo para preparar el tejido y colocar los implantes o expansores. Facilita la reconstrucción, ya que al aplicar la toxina el músculo se relaja, se paraliza y se hace más efectiva la intervención”, dice.
En busca de la solución
Actualmente hay tratamientos que buscan salvar la vida de la paciente con cáncer, siendo de los más frecuentes la remoción del seno (aunado a quimioterapia, hormonoterapia o radioterapia) que en ciertos casos altera el estado físico y emocional creando un sentimiento de falta de integridad física, de mutilación y una baja en la autoestima por la pérdida de este elemento del cuerpo.
“La oncología moderna considera al proceso reconstructivo como parte esencial del tratamiento del cáncer, precisamente para reintegrar física y anímicamente a las pacientes”, dice el doctor.
El proceso de reconstrucción de los senos de una mujer con la enfermedad se puede hacer de tres formas. La primera es con tejido extraído de otras partes del cuerpo (de la parte baja del abdomen y musculatura, por ejemplo); la segunda, con materiales aloplásticos también conocidos como implantes, y la tercera es una combinación de ambos, es decir, se usan silicones y parte del músculo de la espalda y, si es necesario, una porción de piel. Este último método es recomendado para mujeres jóvenes.
El médico explica que “para colocar implantes o expansores es necesario introducirlos por debajo de la musculatura torácica, esto con el fin de que los músculos operen como una especie de bolsillo que pueda soportarlos. Sin embargo, esta cavidad está pegada a la costilla y al momento de estirarla para insertar los expansores o implantes, produce dolor en la paciente y hace difícil su colocación”.
En cambio, “con la toxina botulínica se relajan los músculos que cubrirán a los materiales aloplásticos, así se disminuye el dolor post-operatorio, ya que se aumenta la capacidad de estiramiento del músculo”, explica el especialista.
En cuanto a las contraindicaciones, el cirujano dice que “no hay, a menos que la persona haya presentado algún cuadro de alergia previa a este medicamento”; Hadad Tame respalda esta aseveración. “Sólo puede haber problemas en caso de hipersensibilidad o en el caso de una miastenia grave (importante debilidad de los músculos esqueléticos)”.
El método, dice el experto, se está aplicando en hospitales privados y en el Hospital General de México, que pertenece a la Secretaría de Salud, en el departamento de Cirugía Plástica.
En cuanto al costo, es similar al de una inyección de botox en el rostro. López-Salguero dice que sólo tres marcas de toxina botulínica son respaldadas bibliográficamente y son el Botox (también aprobada por la Federal Drug Administration FDA), Dysport, de origen francés y Xeomeen, de procedencia alemana.
Es mejor prevenir
Es importante que las mujeres realicen la autoexploración de manera mensual para detectar a tiempo cualquier cambio como abultamientos que no tienen que ser dolorosos, anomalías asimétricas, pezón retraído, cambio de color o de textura de la piel, secreción de líquido, entre otros; en estos casos hay que acudir con rapidez al médico, quien valorará por medio de pruebas específicas, como la mamografía, si es un cáncer de mama. Cuanto antes se realice el diagnóstico, más probabilidades habrá de salvar al paciente.
