Interacción. La entrevistada dice haber aprendido mucho de las etnias del estado, a las mismas que admira por su forma de aprovechar la naturaleza para vivir, así como en el ámbito artístico.
La historia y cultura no son favoritas de muchos, pero hacer que los niños se interesen, pregunten y disfruten de ellas resulta una de las labores más nobles y satisfactorias para Xóchitl Sánchez, quien se desempeña como custodia guía.
Una mujer sencilla, que disfruta de su trabajo, se considera afortunada de poder conocer más de la cultura e historia de Durango, sobre todo de las tradiciones y legados de la comunidad indígena.
Sin embargo, no le basta aprender todos los días acerca de la forma de vida y el quehacer de las etnias establecidas en la entidad, sino que además trata de transmitir lo que conoce, sobre todo a los niños, "que son siempre los más atentos".
Xóchitl Catalina Sánchez Robles, de 36 años de edad, custodia guía del Museo de Culturas Populares, considera que todos los ciudadanos de alguna forma aportan algo a su ciudad y estado; en lo personal, le gusta motivar el interés de las personas en la cultura e historia.
INICIOS
Ella inció su relación laboral en este ámbito en 2001, como clasificadora de documentos en el Archivo Histórico, según recuerda, gracias al apoyo del maestro Héctor Palencia (qepd).
Más tarde pasa a la plantilla laboral de Artes Plásticas, en el área de exposiciones, para después integrarse a la Pinacoteca del Estado, luego de que ésta se queda sin personal, alrededor de 2003.
No obstante, al estar la Pinacoteca en trabajos de remodelación, Sánchez Robles fue ubicada de manera temporal en el Museo de Culturas Populares.
En dicho sitio, la entrevistada dice haber aprendido mucho de las etnias del estado, a las mismas que admira por su forma de aprovechar la naturaleza para vivir, así como en el ámbito artístico.
OPORTUNIDAD
"Una de las mejores cosas que me pueden haber sucedido es tener la oportunidad de tener este trabajo, me gusta guiar e involucrar a las personas en este mundo tan interesante", comenta.
Sin embargo, admite que le gusta más atender a los niños, sobre todo a los de preescolar, pues es gratificante ver cómo hacen preguntas y se sienten intrigados por conocer más de lo que les platica.
Los estudiantes más grandes, por lo general, vienen cuando tienen que hacer una tarea o por un compromiso escolar, mientras que a los pequeños, a pesar de que por obvias razones los traen y no vienen solos, de inmedianto se les nota el interés, además de que son como "esponjas", para aprender todo lo que se les menciona.
UN ALTO EN EL CAMINO
Iniciarse en el ámbito laboral no fu fácil para Xóchitl, pues recuerda con tristeza cómo su carrera profesional fue truncada en sexto semestre por un problema de salud que incluso la llevó a un estado de coma.
Sin embargo, fue algo de lo que pudo salir adelante y con el apoyo de quien fuera su maestro en la universidad, Héctor Palencia, logró ubicarse en su primer trabajo, en donde luego del episodio complicado que vivió fue difícil, mas no imposible, adaptarse, según lo comenta.
Ahora, ella considera que mejor área de trabajo no pudo haber tenido, ya que además de tener la oportunidad de aprender de arte y cultura, la interacción con las personas la fortalece.
Respecto de los indígenas, que representan una prioridad temática en el museo en el que ahora se desempeña, comentó que son personas que merecen todo el respeto como seres humanos, pero también como personas creativas con una inusual capacidad de aprendizaje y creatividad. Además, ellos han aprendido a sobreponerse a toda adversidad.
En el comienzo
Inció su relación laboral en este ámbito en 2001, como clasificadora de documentos.
Ganó la batalla
Ella salió del estado de coma y después se comenzó a involucrar en el ámbito cultural, en el cual no ha perdido el interés.
