Más de 100 internos del Centro de Readaptación Social (Cereso) Número 1 de Durango fueron trasladados hoy en un megaoperativo policial y militar hacia un penal del estado de Nayarit.
Aunque la movilización dentro y fuera del penal fue muy vistosa, de manera oficial la Dirección de Previsión y Readaptación Social de la Secretaría de Seguridad Pública estatal no ha explicado la razón por la que fueron reubicados los internos.
Familiares de los reos que fueron removidos a la cárcel nayarita realizaron una manifestación de protesta en el acceso principal al Cereso 1; dijeron estar molestos porque nadie les explicaba por qué razón eran cambiados de centro de reclusión en forma intempestiva.
Incluso, ante los rumores de que la movilización policial podría deberse a un nuevo enfrentamiento dentro de la cárcel, el familiar de uno de los reos que al parecer serían cambiados de lugar, al arribar al estacionamiento del Cereso atropelló a un elemento de la Policía Federal que resguardaba el lugar.
El elemento tuvo que ser trasladado en ambulancia a recibir atención médica. Su salud no corre riesgo.
La fachada y los alrededores del Cereso 1 se vieron flanqueados por decenas de patrullas militares y de la Policía Federal, lo que tensó aún más el ambiente, ya que los familiares acudieron a su día de visita, como es normal, cuando se toparon con la información de que un centenar de reos, al parecer procesados por delitos federales, serían llevados a una cárcel federal de Nayarit.
Al Cereso llegó el titular de la Seguridad Pública, Valentino Romano; sin embargo, ni al entrar ni al salir aceptó ofrecer una entrevista a los medios de comunicación que lo interrogaban.
Tampoco atendió a los familiares de reos sobre este operativo sorpresa en la cárcel estatal, ubicada sobre la salida de la carretera a Torreón.