Tú eres el control
Si han entrado a alguna tienda departamental en las últimas semanas, es seguro que han visto a más de un niño o adulto moviendo los brazos y fingiendo correr frente a una televisión y controlando la acción con el cuerpo; esto es la experiencia de Kinect, la nueva forma de entretenimiento que Microsoft ofrece para el Xbox 360 y -se rumora- para el futuro Windows 8.
Anunciado en Junio de 2009 en medio del E3 de ese año, el anteriormente llamado “Project Natal” es un sensor de movimiento desarrollado por la firma israelí Prime Sense que funciona por medio de una luz infrarroja proyectada de manera continua, por medio de la cual es capaz de interpretar la información en un espacio 3D; contiene un sensor de profundidad RGB y varios micrófonos que otorgan un reconocimiento de cuerpo completo en tercera dimensión, así como reconocimiento facial, de gestos y voz, características que juegan un papel muy importante a la hora de encender o navegar el contenido en el 360 así como el identificar de manera automática a quien esta frente al sensor y así cambiar al perfil indicado.
Kinect fue lanzado el 4 de Noviembre de este mes en nuestro país, con un precio de alrededor de 2 mil pesos (o 5 mil si lo compras con el Xbox), junto con todos los juegos que lo soportan, entre los que destacan Dance Central; juego desarrollado por los creadores de Guitar Hero y Rock Band que te permite aprender a bailar por medio de imitar coreografías y pasos de baile reales y ser calificado sobre tu desempeño; KInectimals, un simulador de mascotas; Kinect Sport, la clásica compilación de deportes y Kinect Joy Ride, el juego de carreras obligado en todo lanzamiento, entre otros. Es necesario remarcar que hasta el momento los juegos para Kinect siguen la línea familiar que el Wii creo desde su lanzamiento, por lo que tal vez no encuentres mucho que ver si eres un jugador de hueso colorado acostumbrado a juegos más violentos o elaborados.
Precisamente la falta de juegos más enfocados al jugador tradicional es una de las desventajas del aparato, ya que la negativa de los desarrolladores de juegos como Gears of War o Halo de incorporar opciones para Kinect pinta un oscuro futuro para aquellos acostumbrados a juegos más maduros. Pero tal vez el punto más importante a destacar es que el sensor necesita de un espacio determinado para poder detectar el espacio 3D de manera correcta, que es de mínimo 1.2 mts. de profundidad, lo cual podría no ser práctico para aquellos con salas o cuartos pequeños.
Sea cual sea su suerte en el mercado (hasta el momento de escribir esto se habían vendido más de un millón de aparatos) es seguro que Kinect es una tecnología con un potencial tremendo que encontrará sus mejores aplicaciones fuera del ámbito del entretenimiento; pero mientras eso pasa, a disfrutar de la nueva forma de interacción que nos brinda y perfeccionar la manera de vernos menos tontos en el intento, algo que estoy seguro ocupará el tiempo de muchos…