Un año de la nueva epidemia

Al cumplirse un año de la aparición de la influenza A H1N1, el 23 de abril, el virus no acabó con cientos de miles de mexicanos.

Tampoco saturó las camas de urgencia ni de terapia intensiva ni desafió al sistema de salud en México. El virus no fue tan letal como las autoridades esperaban pero sí dejó cambios positivos en la población.

Y es que las personas no sólo fortalecieron los hábitos higiénicos como el constante lavado de manos, también adquirieron una nueva cultura para la prevención de la salud y tomaron en serio los riesgos de la automedicación.

Pasará mucho tiempo antes de olvidar los rostros cubiertos con cubrebocas, las calles desiertas, los hospitales saturados, las compras de pánico en las farmacias y centros comerciales, y el olor a miedo que invadió al país a partir del 23 de abril de 2009.

 CONTRADICCIONES

"Rocío" tampoco olvida que a pesar del intenso dolor de cabeza, la fiebre, tos, y el dolor insoportable de huesos, cada uno de los doctores que visitó le dio un diagnóstico diferente: "es bronquitis", "es neumonía", "es tifoidea".

Una prueba rápida diagnosticó que no tenía Influenza, sin embargo, los malestares aumentaron y se practicó un examen más que dio positivo al virus de la Influenza A H1N1.

Cuando el diagnóstico final llegó, ya era demasiado tarde para recibir el tratamiento antiviral. La salud de Rocío se resquebrajó durante semanas.

"Creo que sí tuve Influenza A H1N1, pero siempre me quedará la duda con todos los diagnósticos que me dieron, y la contradicción en las pruebas".

 EN CIFRAS

Hasta esta semana, la epidemia cobró la vida de mil 144 personas y se estima que alrededor de 20 millones de mexicanos contrajeron la enfermedad sin llegar a síntomas graves que pusieran en riesgo su vida.

En Coahuila se confirmaron 448 casos en 2009, y se registraron 13 víctimas mortales. En 2010 hay 37 personas contagiadas y como dato las autoridades de salud destacan que ninguna recibió la vacuna contra el nuevo virus.

Este año tampoco hay muertes confirmadas del virus pero se estudian 30 casos de fallecimientos de neumonía atípica.

Francisco Elizalde Herrera, subsecretario de Salud en Coahuila, consideró que la Influenza A H1N1 dejó cosas positivas porque permitió avanzar en infraestructura hospitalaria y millones de personas tuvieron acceso gratuito no sólo al tratamiento sino a la vacunación.

Coahuila fue el primer estado, después del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE), que contó con un laboratorio estatal de salud pública con biología molecular, mientras que los tres hospitales de la secretaría se acondicionaron con salas de cuidados intermedios.

Por su parte, José Aguirre Carrillo, jefe de la Jurisdicción Sanitaria VI, aseguró que en Torreón las enfermedades gastrointestinales disminuyeron en un 20 por ciento en 2009 en comparación con 2008.

"Tanto niños como adultos se preocuparon por retomar las medidas básicas de higiene y en consecuencia disminuyeron los padecimientos gastrointestinales, pero en esta temporada de calor ya se registra de nuevo un incremento en las enfermedades diarreicas y vamos a analizar cuál es la causa", dijo el doctor.

 MEDIDAS

Las autoridades de salud atribuyen la contención del virus a la distribución oportuna de los antivirales Oseltamivir y Zanamivir, la vacunación, la atención médica preventiva, la instalación de filtros sanitarios, y las medidas básicas de higiene como el lavado constante de manos, evitar el saludo de beso y manos, entre otras.

Los factores que contribuyeron al detrimento fue la costumbre de la gente de automedicarse.

Para Adel Charara, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de La Laguna, la actuación de las autoridades en la contención del virus fue la correcta, así como las medidas que se implementaron como el cierre de lugares públicos y la suspensión de clases.

"Jamás trataron de causar alarma sino prevenir lo que podía suceder. Mucha gente dice que el virus llegó para quedarse pero pienso que nunca debemos acostumbrarnos a las enfermedades sino adaptarnos, y actuar en consecuencia".

En medio del pánico por el nuevo virus, la actuación de los médicos fue cuestionada, sin embargo, Adel Charara aseguró que los especialistas estuvieron preparados y capacitados para enfrentar la nueva pandemia.

"Desde la aparición del cólera y el dengue en México, el médico está capacitado para diagnosticar clínicamente diferentes padecimientos. El estudio de laboratorio sólo nos sirve para corroborar por qué no nos esperamos a un resultado para darle tratamiento a un paciente".

 VALORACIÓN

El comisionado nacional para la atención de la Influenza, Alejandro Macías, hizo una valoración de la epidemia y estimó que ha sido un éxito del Gobierno Federal, en coordinación de los estados, el haber contenido el virus.

Al aparecer el virus el año pasado, admitió, el Gobierno mexicano no sabía a lo que se enfrentaba.

Sin embargo, la crisis nacional por la aparición de una nueva epidemia dejó en claro que es necesario mantener las reglas de higiene personal para estar protegidos.

Macías afirmó que es inminente la aparición, no se sabe cuándo, de otra epidemia similar por la que hay que estar preparados.

Al realizar la valoración, el funcionario comentó que el balance médico es muy positivo porque se hicieron cosas muy buenas y el virus no tenía la patogenisidad que se esperaba.

"Esto se ha visto porque pocas personas llegaron a terapia intensiva; todos los hechos que ocurrieron fueron lamentables, pero el virus no fue del impacto que se esperaba. Y el papel de los medios ha sido muy positivo".

En opinión de Macías, las autoridades no exageraron en su actuación cuando apareció el virus, pues había mucha información errónea.

"La información que teníamos, hay que recordar, es que en unos hospitales había pacientes graves; no sabíamos que teníamos pacientes leves. Y nosotros esperábamos la Influenza Aviar. Los cuadros de enfermedades que teníamos eran exactamente a los de la Influenza Aviar".

A un año del brote, hay varias experiencias: "En primer lugar tenemos que estar preparados para las catástrofes. Es casi inminente que ocurrirá otra epidemia. No sabemos cuándo, si es el año que entra o en cinco años, o diez años. Es evidente que va a ocurrir; muy probablemente sea la Influenza aviar".

Otra experiencia es que ante una nueva pandemia, México debe estar preparado con mayor infraestructura hospitalaria y capacitación médica.

A la población le toca continuar con las medidas básicas de higiene, y a los enfermos permanecer en casa, estornudar con el codo, si tienen problemas respiratorios evitar la automedicación.

Alejandro Macías reconoció que hay personas escépticas que aún creen que la Influenza A H1N1 fue inventada por el Gobierno. "Hay gente que le cuesta más trabajo creer en esto que en platillos voladores. Si no se tienen suficientemente evidencias, es como una religión: hay gente que no se puede cambiar de una creencia. Si no lo quieren creer ni modo, que no lo crean. Pero que se apeguen a las evidencias".

En México, aseguró, el peligro máximo ya pasó, "pero hay que seguir alerta, esto llegó para quedarse".

→ Estado de México 4653

→ San Luis Potosí 4451

→ Nuevo León 4361

→ Jalisco 4333

Bajo los ojos del mundo

La Secretaría de Salud Federal detectó, por primera vez, el 11 de abril del 2009, el virus de la influenza. México se convirtió en noticia internacional al ser el primer país en reconocer la aparición del virus.

En esas fechas, el Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (CENAVECE), detectó brotes de "probable influenza" en Tlaxcala, Hidalgo, y en La Gloria, Veracruz, el 11 de abril.

Este último fue señalado por la Secretaría de Salud como el origen del primer caso confirmado, el del niño Édgar Hernández. Fue a partir del 12 de abril que los casos comenzaron a crecer rápidamente.

Édgar Hernández se convirtió en nota internacional al ser el primer caso reconocido en el país.

El día que se presentaron más casos confirmados, poco más de 80, fue el 22 de abril. Al día siguiente la Secretaría de Salud federal declaró a la población la alerta epidemiológica y se tomó la determinación de suspender las actividades escolares en los planteles del Distrito Federal y del Estado de México en todos los niveles educativos.

Posteriormente se decretaría la alerta en varios estados y acataron las disposiciones de la Secretaría de Salud.