Jugadores de Estudiantes de la Plata celebran la obtención del Apertura después de derrotar 2-0 a Arsenal. (EFE)
- El Estudiantes de La Plata derrotó ayer al Arsenal bonaerense por 2-0 y alcanzó el quinto título argentino de Liga de su historia, el del torneo Apertura 2010, con dos puntos de ventaja sobre el Vélez Sarsfield, que venció al Racing por 0-2.
El uruguayo Hernán Rodrigo López (al 74' y 87'), héroe de la jornada, marcó los tantos del triunfo en un partido que se le había complicado al campeón debido al abigarrado planteamiento táctico defensivo de su rival y a sus propias imprecisiones, potenciadas por el nerviosismo.
El Estudiantes obtuvo el título con 14 triunfos, tres empates y dos derrotas y con la meta menos vencida, al encajar solamente ocho goles en 19 partidos.
El Arsenal, que ha pasado de ser piedra en el zapato de equipos encumbrados a tercero en la clasificación de esta competición, salió al campo dispuesto a arruinar al Estudiantes de siempre, un equipo concentrado y práctico que esta vez estuvo poco claro en el área de su rival.
Tras un par de aproximaciones del punta Gastón Fernández a posiciones propicias para abrir el marcador, a los 24 minutos se desató un fuerte murmullo en el estadio, inequívoca señal de que el Vélez se había puesto en ventaja en Avellaneda ante el Racing.
Así las cosas, Estudiantes y Vélez estaban igualados en puntos, situación que, de mantenerse, obligaría a la disputa de un partido extra por el título de campeón. La presión, entonces, aumentó para el conjunto estudiantil, que intentó mantener su orden y acelerar el paso.
Verón tomó la iniciativa y el equipo de la ciudad de La Plata pareció adueñarse de la situación, sin que le sobrara demasiado, ya que el Arsenal hizo gala de su oficio para marcar, obstruir y salir rápidamente al contraataque.
En la segunda parte el Estudiantes intentó llevarse por delante a un Arsenal batallador pero más impreciso que en la primera, lo metió dentro de su área y convirtió en figura a su portero Adrián Campestrini. A los 57 minutos llegaban más noticias desde Avellaneda: el Vélez ampliaba su ventaja a 0-2.
En ese mismo momento el punta uruguayo Hernán Rodrigo López salió al campo en sustitución de Verón, lesionado, lo cual redobló la preocupación estudiantil. Nadie imaginaba lo que pasaría pocos minutos más tarde.
Los minutos se quemaban para el equipo de Alejandro Sabella, que insistía en su postura de ataque, complicada por el repliegue de un rival dispuesto a cerrarle todo los caminos y a salir lo menos posible de su campo.