Un Congreso incompleto
Feliz El Gremio Reporteril Arrancaron las responsabilidades del nuevo Congreso Local, la LXV Legislatura, y dos diputados no han asumido la responsabilidad de representar a la ciudadanía como diputados locales. Se trata del diputado representante del distrito electoral VIII, Alfonso Peña Peña, quien se encuentra "levantado" y se desconoce su paradero, así como del petista Gerardo Estrada, quien puede ser relevado por obra y gracia de Gonzalo Yáñez.
En el primer caso, la ley local no discierne qué hacer respecto de la actual condición del legislador de la coalición opositora y como no hay nada que avale legalmente su presunta muerte, desaparición o simplemente solicitud para separarse del cargo, el suplente no puede llegar al relevo.
Según fuentes confidenciales de Tepehuanes, familiares de Peña Peña ya lo consideran muerto; incluso, se han celebrado tres misas en su memoria, pero oficialmente nadie puede asegurar su defunción. Alfonso Peña Peña fue privado de su libertad tras ser declarado diputado electo, luego de su triunfo el 4 de julio y, hasta el día de hoy, nadie sabe la forma en que su lugar será sustituido.
En tanto, una vez que fue avalada la primera posición plurinominal para los petistas, que inicialmente pertenecía a Vladimir Martínez, para Gerardo Estrada, en el Partido del Trabajo no le han permitido llegar al cargo y se esperaba que esa diputación fuera para Socorro Páez Güereca; sin embargo, como Gustavo Pedro Cortez se quedó sin curul por reciente disposición del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ahora es muy probable que sea el propietario, y tanto Gerardo como la misma "Coco" Páez se queden chiflando en la loma.
No lo expresan tan abiertamente aún porque le quedan unos días todavía, pero la mayoría de los reporteros de los medios de comunicación andan sonrientes porque a la Dirección Municipal de Comunicación Social del Ayuntamiento de Durango no llegó Amaury Alvarado.
Desde hace tie mpo que este todavía aprendiz de la comunicación social -que fue lo que menos hizo durante su estancia en Gobierno del Estado- estaba dedicado casi por completo a meterse en el equipo de trabajo del nuevo alcalde, Adán Soria Ramírez.
Fue tanta la presión que metió que el equipo de campaña del alcalde electo pensó seriamente en quedarse sin trabajo, pues saben cómo se las gasta el aún director de Comunicación Social del Estado, además de que demostró en varias reuniones que quería seguir viviendo del erario a costa de quien fuera.
Seguramente el equipo del próximo gobernador y el mismo Adán valoraron en mucho los serios problemas que enfrentaría durante su administración con semejante nombramiento, y tomó una mejor decisión. Sólo hay que recordar todos los problemas que le ocasionó a su aún jefe por ocultarle información.
NI LOS REGIDORES LOS DEFENDIERON Unos treinta asesores de los anteriores regidores integrantes de ese Cabildo siguen protestando porque en el Ayuntamiento que apenas se fue no les reconocieron su esfuerzo, y olímpicamente les negaron el pago de su indemnización correspondiente, luego de tres años de trabajo.
Se trata de uno de tantos pendientes que heredó la administración de Carlos Matuk a la naciente de Soria. Nadie ha querido entrarle a la solución de esta exigencia de los asesores que apoyaron el trabajo de los regidores anteriores, a quienes muy poco les importó el finiquito correspondiente de estos colaboradores, muchos de los cuales en realidad les sacaron el trabajo adelante en las correspondientes comisiones del Ayuntamiento.
Adán Soria Ramírez, como nuevo alcalde, debe ahora resolver este problemita y otros que ni imaginaba, pero debe solucionar a corto plazo, si es que quiere evitarse escándalos mediáticos al inicio de su administración municipal.
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