El deportista español Juan Menéndez Granados ha cruzado en bicicleta, sin hacer ninguna parada de abastecimiento, el legendario lago Baikal (Siberia), cubierto en esta época del año por una gruesa capa de hielo.
El deportista español Juan Menéndez Granados ha cruzado en bicicleta, sin hacer ninguna parada de abastecimiento, el legendario lago Baikal (Siberia), cubierto en esta época del año por una gruesa capa de hielo.
"Objetivo cumplido", señala la página web del aventurero español, que necesitó 19 días para recorrer los 713 kilómetros que separan el extremo sur del norte del lago, el más profundo del planeta.
No lo tuvo fácil el ciclista asturiano -un gran aficionado al "ice biking" (ciclismo sobre hielo)-, ya que las fuertes ventiscas y las copiosas nevadas le obligaron en varias etapas a bajarse de la bicicleta y caminar, lo que alargó en varios días su odisea.
Por esta razón, en las últimas etapas incluso tuvo que racionar la comida, aunque eso no le impidió alcanzar exultante la meta en la localidad de Severobaikalsk.
La inestabilidad del hielo en ciertas zonas también dificultó la travesía ciclista de Menéndez, que partió el 28 de marzo de Kultuk con un mochila con GPS, cámara de foto y de vídeo, latas de comida, hornillo y combustible a cuestas.
En las primeras etapas no dejó de nevar, por lo que el español tuvo que rodar por la orilla del lago hasta el sexto día, en que apareció el sol.
Las cuñas de hielo que se forman cuando éste se expande también supusieron un obstáculo añadido para Menéndez, que pinchó y tuvo tiempo para sentir en carne propia un seísmo, algo habitual en esa zona de Siberia.
En la décima etapa pedaleó sobre el punto más profundo del lago (1.650 metros) y en la décimo cuarta recorrió 70 kilómetros, la jornada más provechosa de todo el viaje.
Uno de los peores momentos los vivió en la décimo primera etapa, ya que el gélido viento le tiró varias veces de la bicicleta, por lo que tuvo que echar pie a tierra y construir una muralla de hielo para poder montar la tienda.
Por si fuera poco, el GPS dejó de funcionar en la etapa décimo quinta y al día siguiente una capa de 40 centímetros de nieve sólo permitió al español rodar 6 kilómetros, lo que le hizo plantearse hacer una parada para aprovisionarse.
Racionando la comida y muerto de hambre, Menéndez logró recorrer los últimos 100 kilómetros en tres intensas jornadas de pedaleo y alcanzar la meta sano y salvo.
Menéndez viajó de día y descansó de noche, tiempo que aprovechó para mantener informados en tiempo real a sus seguidores en su página web (www.juanmenendezgranados.com).
"Es la aventura más complicada y peligrosa que he intentado. El hielo es impredecible y las temperaturas rondan los 15 grados bajo cero", señaló Menéndez, el asturiano de 27 años, antes de iniciar la travesía.
Con una superficie de 31 mil 500 kilómetros cuadrados, 636 kilómetros de largo y 23 mil 400 kilómetros cúbicos de agua, el Baikal supera con creces el volumen conjunto de agua de los cinco Grandes Lagos de Estados Unidos y Canadá.
En 2009, Menéndez ya se recorrió de norte a sur los cuatro mil kilómetros de la cordillera de los Urales, que separa la parte europea de Rusia de Siberia, durante más de cuatro meses.
"Llegué hasta Vorkutá" -ciudad trágicamente famosa ya que acogió los campos de trabajo soviéticos (Gulag)-, dijo el aventurero, quien también se recorrió la Amazonia, Escandinavia y los desiertos australianos.
Menéndez cuenta con el respaldo de la Sociedad Geográfica Española y la Dirección General de Deportes del Principado de Asturias, pero debe pagar de su propio bolsillo más de la mitad de los costes de su aventura siberiana.
Su próxima expedición volverá a poner a prueba su resistencia física, aunque las condiciones climatológicas serán completamente opuestas, ya que intentará cruzar el desierto del Sahara, el lugar más inhóspito sobre la faz de la tierra.