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Un holocausto nuclear

GILBERTO SERNA

En estos días hemos estado leyendo que el líder cubano Fidel Castro cansa sus debilitados pulmones alertando al mundo sobre la posibilidad de que en este planeta se desate una guerra nuclear. Lo que vocea Fidel me hizo recordar la pregunta que le formularon los periodistas al físico-matemático Albert Einstein sobre las armas que se usarían entre las naciones contendientes en el hipotético caso de una guerra mundial, contestando, mientras se recomponía con la mano su gran mata de cabello hirsuto, cito textualmente: "No sé con qué armas se librará la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta Guerra Mundial usarán palos y piedras". Esto dejó en claro que el científico auguraba que los adversarios, en la tercera hecatombe, utilizarían armas nucleares, biológicas y químicas, que dejarían a la humanidad al borde del colapso. Una visión apocalíptica que, de ser cierta, haría retroceder a la humanidad a los tiempos de las cavernas. La destrucción total de la vida tal y como hasta ahora la hemos conocido.

Las informaciones que Fidel debe tener a su alcance le dan cierta verosimilitud a su dicho; se ha ganado en el concierto de naciones un respeto por su trayectoria política, sin tomar en cuenta la propaganda anti-castrista, por lo que habría que pensar seriamente que las relaciones entre países como lo señala, están patas pa' arriba. Si tratamos de descifrar en qué consiste la amenaza que se cierne sobre el mundo, no tendríamos que divagar mucho para saber que las naciones desde hace un buen rato tienen el dedo puesto en el gatillo, listo a disparar por quítame estas pajas. De ahí que la alarma que hace al mundo el líder cubano no sea del todo descabellada. El problema se ha creado a raíz de que la República Islámica de Irán se niega a acatar resoluciones que emitió la Organización de las Naciones Unidas para que se deje de estar originando un ambiente hostil, al empecinarse en seguir adelante con su programa de energía nuclear. En el otro frente, se dice que las sanciones económicas a Irán y las amenazas de bombardear sus instalaciones no serán un disuasivo que llegue a impedir que esa nación continúe con su carrera armamentista.

Los Estados Unidos de Norteamérica junto a sus aliados parecen pensar en el viejo adagio de "si quieres la paz prepárate para la guerra", que no deja de ser una fábula quizá pretendiendo ocultar tendencias bélicas justificadas o injustificadas. Se habla de que las nuevas bombas con capacidad explosiva de hasta un tercio de la bomba de Hiroshima, son consideradas seguras para civiles, (desde que las mamás asustaban a los hijos que resistían irse a la cama con el cuento de que el viejo vendría por ellos, no había escuchado tamaña sandez). Les llaman mini-bombas siendo presentadas como instrumentos de paz, en lugar de lo que son, pertrechos de guerra. La explosión nuclear, penetrando el artefacto algo así como 7 metros en suelo seco, lanzada desde una altura de 13,000 metros, abriría un inmenso cráter de material radiactivo, creándose un campo letal de radiación gamma durante un largo, largo tiempo. Los planes que involucran armas nucleares contemplan como objetivos a Irán y Corea del Norte, pudiendo extenderse contra objetivos rusos y chinos. No se considera el despliegue de tropas terrestres. Los misiles, si las cosas no han cambiado, cargados con ojivas nucleares apuntan a Irán, como una advertencia por sus ambiciones nucleares.

Se dice que la aventura militar motivada por el lucro, en última instancia, amenaza el futuro de la humanidad. Agregaría a esa visión, un pequeño detalle: las consecuencias también nos amenazan a los laguneros que también somos humanidad. A las calamidades que están produciendo una diáspora de laguneros con recursos a territorio gabacho, agreguemos ahora el peligro de una tercera Guerra Mundial, en la que las radiaciones podrían acabar no digamos nada más con nosotros sino con la vida en el planeta entero. Irán ya está considerado por los "gueros" como una amenaza contra la paz mundial. El transcurso de los días nos dirán si Irán cede o estalla en denuestos contra el imperio yanqui, en demostración plena de que no le temen a su poderío. No olvidemos que precisamente tiene de su lado a los moscovitas que junto a los chinos continentales, cuidado, que se puede armar una buena tremolina. Aquí en México estamos esperando no se cumplan las predicciones mayas que señalan el año de 2012, 21 de diciembre, como el año en que se dará la batalla de Armagedón, el bien en contra del mal, además fecha cabalística en que el mundo estará listo para un cataclismo universal. En fin, no faltará quien diga que únicamente son paparruchadas y creo que no estará tan equivocado.

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