Rodolfo Ayup Sifuentes (izquierda) y Horacio 'Ejote' Piña, durante la inauguración de la Galería del Deporte, en la Unidad Deportiva Braulio Fernández Aguirre, en abril de 2009. (Archivo)
La corta historia de una gran leyenda deportiva regional principia con la pregunta ¿por qué el "Potrillo"? El apodo deportivo se lo endosa don Alfonso Roldán, del periódico "La Afición", en la década de los 50s, cuando Rodolfo apenas tenía 16 años y ya formaba parte de la Selección Laguna que participaba en México, Distrito Federal.
El gran tranco de sus largas piernas, con casi 1.90 de estatura, la figura debilucha, del clásico "hombre trapo" que en ese entonces era común en los basquetbolistas y el rompimiento a balón rebotado en los tres cuartos de cancha del Deporte Ráfaga le da y queda el seudónimo de "Potrillo", inclusive hizo que en 1951 fuera este lagunero parte de la Selección Nacional de basquetbol y participara en los primeros Juegos Panamericanos, celebrados en Buenos Aires, Argentina, en 1951, junto a los hermanos y torres veracruzanos de apellido Rojas, Jorge Gudiño y Pioquinto Soto, entre otros seleccionados que tantas glorias le dieron al basquetbol nacional en la época del romanticismo; no había paga, sólo viajes, hospedaje y uniformes, lo demás... por amor a la patria.
Sin duda fue el tesón de un hombre a toda prueba, José "Teddy" Ayup, padre de la dinastía de los Ayup, quien lo impulsó y lo dotó de disciplina, porque dinero no había, menos con lo numeroso de la familia que fueron (doce hijos: Julián, Salomón, José -recién fallecido-, y las mujeres Rosita, Dorita y Ema -estas dos últimas hace poco también fallecidas- Sergio, Homero y Rogelio también descansan para siempre, y viviendo aún, Rodolfo, Jaime y Álvaro). Doña Feliciana Sifuentes fue el sostén y regazo de esta gran familia.
En los años 50s y 60s, los Ayup (liderados por Rodolfo) eran el terror de los equipos de basquet en la región y de otras regiones de Chihuahua, pero sobre todo de Torreón en la cancha de la Escuela Centenario y en San Pedro de las Colonias, en la Escuela Ladislao Covantes (como en ese tiempo Matamoros no contaba con una cancha para llevar a cabo partidos, éstos se celebraban en la Escuela Nicolás Bravo). Los hermanos Ayup formaron primero el equipo Camisas Mariscal y después fueron Camisas Ben Hur. Entre Homerito, Rogelio, Sergio, Jaime y Rodolfo formaban la base, siendo Álvaro, sin omitir a Ernesto Domínguez también Ayup, quienes completaban el equipo y, José, quien participó, aunque era el mayor de la familia. Es mérito aparte y muy merecido nombrar a David Faccuseh, Nico Ibarra, Humberto "La Rana" Herrera y Jesús "La Churra" Escobedo, todos ellos matamorenses de pura cepa, que don José Teddy padre, mandaba en el rectángulo del Deporte Ráfaga.
Rodolfo forma parte de la Calzada de los Deportistas Ilustres de la Unidad Deportiva Torreón, entre los que se encuentran Conchita Villanueva y don Memo Garibay. En los 80s fue delegado de la Comisión Nacional del Deporte en la Región Lagunera. Por muchos años también fue el gran impulsor del beisbol en Matamoros.
Así nacen y perduran las leyendas, y que sirva de ejemplo para generaciones venideras.
Hoy se rendirá un homenaje a este hombre en la convivencia de las personas ligadas al basquetbol de La Laguna, a partir de las 10:30 am en el Auditorio Municipal de Torreón.