Si bien los infartos son más frecuentes en hombres y mujeres mayores de 50 años, éstos y otros problemas cardíacos pueden empezar desde la infancia.
Desde la niñez se forman las estrías grasas, precursoras de las futuras placas de colesterol que obstruyen las arterias.
Sin embargo, este proceso puede acelerarse por una mala alimentación, obesidad y sedentarismo. Estos malos hábitos son responsables de que cada vez sean más los adultos jóvenes quienes presentan a temprana edad alteraciones metabólicas como la diabetes, hipertensión y dislipidemias, así como problemas cardiacos.
"Si bien los infartos y ataques cerebrales ocurren con más frecuencia en hombres y mujeres mayores de 50 años, hemos visto cierta tendencia a que se presenten en gente más joven", afirmó el cardiólogo intervencionista, Dr. Gerardo Rodríguez Díez, adscrito al Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Agregó que cada año estos padecimientos cobran la vida de más de 70 mil mexicanos y producen, en muchos otros, diferentes discapacidades que los obligan a dejar el trabajo y a someterse a largos procesos de rehabilitación o reincidencia hospitalaria, resaltó el también especialista del Centro Médico ABC y el Hospital Ángeles del Pedregal
"Lo importante es que estas cifras podrían reducirse mediante acciones orientadas a controlar los factores de riesgo, primordialmente en individuos con mayor predisposición, genética, alteraciones metabólicas, adultos mayores o malos hábitos en general. De hecho, este control puede ayudar a prolongar y mejorar la salud de quienes ya padecen una enfermedad cardiaca o cerebral", resaltó.
Por ejemplo, gran parte de los fumadores, quienes inician su adicción entre los 13 y 20 años de edad, creen que un cigarro al día no es perjudicial: Pero deben considerar que fumar incrementa en 50 % las probabilidades de sufrir enfermedad vascular cerebral y en 25 % la muerte súbita por ataque al corazón en comparación con un no fumador.
A diferencia de los hombres fumadores, las mujeres de entre 20 y 50 años, son más propensas a padecer presión elevada (hipertensión), una condición asociada a complicaciones cardiovasculares. La hipertensión aumenta el trabajo del corazón y cuando se acompaña de tabaquismo, alcoholismo o consumo excesivo de sal, puede afectar seriamente los riñones o provocar hemorragia cerebral.
Todos estos factores sociales y medio ambientales reducen lentamente la calidad de vida y salud de las personas, incluso desde la infancia. Este descuido favorece la aparición de Diabetes, colesterol elevado y otros males que, de combinarse en una sola persona, con el paso del tiempo incrementan gradual o rápidamente los riesgos de una enfermedad cardiaca, enfermedad vascular cerebral o un problema renal.
Si bien la protección al corazón es a través de hábitos de vida saludables, como la alimentación equilibrad, ejercicio regular, evitar fumar y no beber alcohol; en algunos casos, el médico puede valorar y considerar a un paciente como en riesgo o alto riesgo, en éstos casos es probable que indique el consumo de Ácido Acetilsalicílico de baja dosis (Aspirina Protect de 100mg) para prevenir la obstrucción de sus arterias y con ello un infarto al miocardio o una embolia cerebral.
