No se salvó. Un edificio que en su momento sirvió como tienda de Conasupo también sufre las consecuencias del vandalismo.
Pese a los esfuerzos de la autoridad para prevenir y castigar actos vandálicos como las pintas urbanas -o graffitis-, éstas se siguen presentando en prácticamente toda la ciudad.
En un recorrido realizado por El Siglo de Durango en fraccionamientos ubicados al oriente de la ciudad, se pudo comprobar que la afectación es en algunas zonas tan grave que resulta difícil encontrar una pared pulcra.
Las imágenes corresponden a los alrededores de la plazoleta pública ubicada en el Fraccionamiento 20 de Noviembre, en donde las pintas se encuentran por doquier, desde viviendas particulares hasta edificios públicos.