Directivos y seguidores del Santos Laguna se mueven inquietos en sus asientos, mientras presencian el accionar del equipo de la Comarca, metido en una nueva aventura en pos de un boleto para volver a asistir a la Copa Libertadores.
Y se mueven inquietos porque sigue siendo una gran interrogante lo que pueda lograr o no Rubén Omar Romano, nuevo timonel santista, quien no ha podido salir de una larga racha de partidos perdidos, por más apoyo que le han brindado aquí y allá.
Él mismo seguramente habrá platicado largamente con sus jugadores de lo que pretende. Esas pretemporadas en la playa sirven para ir fortaleciendo el músculo y la mente para platicar largamente, alejados de todos.
De Romano se cuentan ya muchas cosas, después de la amarga experiencia que tuvo al ser privado de la libertad, pero él sigue firme en su deseo de salir adelante con su capacidad, que ya había demostrado antes, y fue precisamente aquí donde reapareció en el banquillo.
Hoy es una buena oportunidad para empezar a ganarle tiempo al tiempo, porque Estudiantes juega y deja jugar, porque ambos ya han brindado buenos partidos, y el último de ellos, jugado en Guadalajara, sirvió para que Santos entrara en exitosa racha con Sergio Bueno.
Esa inquietud de directivos y aficionados ojalá empiece a tener más sosiego a partir de este atardecer, cuando sigan adelante los deseos de Santos Laguna de ir por segunda vez a la Copa Libertadores, donde hiciera tan sobresaliente papel la vez anterior.
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