Un triunfo no puede ser la solución de algo que se viene arrastrando desde la campaña anterior, pero sí puede ser el primer paso a una nueva etapa, en la que todos deben poner ese extra que se requiere en cada entrenamiento y sobre todo en cada partido.
Y es que aunque algunos jugadores volvieron a su nivel óptimo, otros siguen perdidos en la cancha, y ahí es donde Rubén Omar Romano tiene la palabra. Lo vemos en aquellas alineaciones tradicionales que utilizaban Guzmán y Bueno y que se han modificado.
Ahí está el caso por ejemplo de Darwin Quintero, que no encuentra su adecuado funcionamiento en los partidos. O no entiende el sistema de Romano o habrá que buscarle otro sitio en la cancha, para aprovechar su velocidad.
Ahí está también el caso de Fernando Arce que no funcionó al cien en la campaña anterior, y quien ahora muestra deseos de aprovechar oportunidades, pero el mismo jugador se muestra inseguro en cosas que antes dominaba a placer.
Por el contrario, el que está viviendo grandes momentos es Oswaldo Sánchez, quien a gritos pide un lugar en la Selección Nacional, parando todo lo que le mandan, especialmente cuando sus defensores no lo apoyan.
A Vicente Matías Vuoso le falta más acompañamiento adelante, y no dejarlo solo esperando los servicios de Ludueña. Oribe Peralta podría ser una buena opción, sólo que hay que darle más oportunidades para que no pierda el gol.
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