Hoy, que por parte del Gobierno del Estado de Coahuila se anuncian nuevas obras para beneficio de la población y del sector deportivo, nos vienen a la mente muchas cosas inconclusas porque no tienen muchísimas veces la conclusión perfecta e ideal.
Y esto no es privativo para nuestro Estado, sino para muchos puntos de la geografía mexicana donde ocurre lo mismo, porque los gobernantes son especialistas, como buenos políticos, en pregonar la colocación de la primera piedra y la puesta del último ladrillo.
Pero sigue lo más importante, que es el disfrute de las instalaciones, y ahí es donde se asoma pronto y muy generosamente la falta de planeación completa o total, porque a dichas instalaciones llegan como encargados de su atención y mantenimiento los famosos recomendados.
Gente que ni asiste ni atiende, ni cumple ni deja cumplir, simplemente porque son recomendados de tal o cual político o del sindicato fulano o mangano, y total, las obras realizadas a gran costo no tienen el uso completo y el disfrute de las mismas por los famosos recomendados.
De esto tenemos muchos ejemplos. Y luego están las otras obras, las que se detienen en la puesta de la primera piedra, como un acto político y nada más. Ahí están como monumentos a la apatía y a la misma indiferencia de la gente a la que podrían servir.
Pero es eso, la indiferencia de la misma gente, lo que permite todo esto. Si los medios se encargaran de seguir todo lo que ocurre con cada obra que se realiza en bien de la comunidad, no habría tantos recomendados cobrando y burlándose de todos.
Sabia decisión la del promotor y empresario taurino Arturo Gilio Hamdan, quien ante la imposibilidad de cumplirle a la afición comarcana de la fiesta brava, de presentar en el Coliseo Centenario al as de la baraja taurina española, Enrique Ponce, ha montado un cartel de lujo para celebrar el segundo aniversario del moderno centro de espectáculos.
No dudamos, de ninguna manera, de la enorme calidad del torero español, sin embargo, la noche del viernes 29 de enero la afición lagunera estará disfrutando, en el centro del ruedo del Coliseo Centenario, la presencia de dos de los mejores matadores de toros de nuestro México.
Eulalio López "Zotoluco" y Arturo Macías "El Cejas" se enfrentarán en interesante mano a mano, con seis ejemplares de la prestigiada ganadería de Barralva.
Es cierto, dejaremos de ver torear (por el momento) en nuestra plaza a uno de los toreros punteros de la madre patria, pero ganaremos con la actuación de los dos mejores espadas de nuestro país.
Hubo algunos aficionados, quienes ya habían adquirido sus tickets para la corrida de aniversario del viernes 29 de enero, que se precipitaron y de inmediato fueron a cambiar sus entradas por el efectivo, pensando que posiblemente el sitio del español lo ocuparía cualquier otro torero del "montón".
Sin embargo, Arturo Gilio Hamdan, como buen conocedor del medio, se movilizó de inmediato y logró la contratación del "Cejas" Arturo Macías, con quien había alternado en el pasado festejo a beneficio de Jorge Mata en la Plaza "Salvador Barrera" de Ciudad Lerdo.
Es cierto que no existe punto de comparación de Arturo Macías y Enrique Ponce, pero "El Cejas" viene a llenar ese gran hueco, por razones de una lesión que sufrió en la mano derecha, que dejó en el cartel el diestro español.
¿Quién es mejor, Eulalio López "Zotoluco" o Arturo Macías "El Cejas"?
Esto lo habremos de dirimir la noche del viernes 29 de enero en el Coliseo Centenario.
Por lo pronto, ni duda cabe que "Zotoluco" y "El Cejas" hoy por hoy son de las mejores cartas taurinas de nuestro México.
Normalmente en esta época del año trato de tocar el tema de las finales de la NFL, pero el pasado jueves surgió una situación en el marco de una comida-convivencia con la directiva de Santos Laguna y su cuerpo técnico. De entrada felicitaciones al club Santos por permitir que su entrenador, el señor Rubén Omar Romano, tratara de explicar a los diferentes medios de comunicación que cubren la fuente de Santos, sus conceptos tácticos y lo que se estila ahora decir "el parado de su equipo".
Su servidor se encontraba en la última mesa del espacioso y muy agradable restaurante, enclavado en el interior del Estadio Corona, llamado "La Choperia" con una vista espectacular de las gradas y la cancha. Como decía, me encontraba en la mesa degustando una deliciosa cerveza de barril llamada "Chope", que es uno de los más grandes inventos del hombre, cuando inició su exposición-explicación Rubén Omar con la ayuda de un pizarrón metálico y una serie de imanes que simulaban el "parado" de dos equipos de futbol, dependiendo de cómo movía sus piezas Romano explicaba la manera en que esperaba que sus muchachos atacaran o defendieran.
Su servidor a lo largo de su vida dedicado a ver juegos de Santos Laguna y recibir explicaciones tácticas de gente como Alfredo Tena, Rubén Matturano, Petricevic, "Gallo" Jáuregui , "Yayo" De la Torre, etcétera, etcétera, se mantenía al margen y con trabajos oía a la distancia los conceptos de Romano. Conforme hablaba Rubén, mi interés y el de todos aumentó, de pronto me asaltó la duda de cómo pretende Santos iniciar contra el peor equipo de la Liga, poseedor de una ofensiva anoréxica, y cometí el típico error de novato reportero de preguntar sobre un tema ya tratado, pero ya embarcado insistí, según yo tratando de convencer a Romano de presentar un equipo que antes de que ruede el balón ya infunda miedo en el rival. Rubén haciendo acopio de paciencia me explicó que por lo pronto cualquier rival que le presente dos delanteros clavados él le jugará con cinco al fondo, cinco que se convierten en tres con la subida de los laterales, es decir, una línea de cinco sumamente flexible, yo, terco, insistía en atacar con todo en cuanto el árbitro pitara, entonces Rubén para terminar la polémica conmigo me dijo "mira, para acabar pronto, Santos va a ser campeón este año".
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