Todo fue diferente, la alineación inicial, el esquema y sobre todo la actitud de los otra vez Guerreros, y así Rubén Omar Romano consiguió, fuera de casa, su victoria más esperada, sin dejar dudas de quién fue mejor en la cancha, a pesar de que los cementeros habían iniciado bien.
Santos nunca bajó los brazos ni se inmutó a pesar de los desatinos de Miguel Ángel Ayala, el silbante, que había perdonado claro penalty a la Máquina, cometido por Edcarlos Conceiçao a Oribe Peralta, después de que el lagunero lo había ya desesperado con habilidad y facultades.
Fue muy raro ver a Vicente Matías Vuoso en la banca, mientras que su lugar lo tomaba Peralta, quien había estado a punto de anotar, ya que Darwin Quintero inexplicablemente aparecía más retrasado, donde le resulta más difícil avanzar con balones al frente, pues lo suyo es adelante.
Afortunadamente, la Máquina fue nuevamente saliéndose de las vías y perdiendo enjundia, lo que aprovechó Santos en la segunda parte para hacer sus jugadas de pizarrón y realizar cambios, dándole así oportunidad a Vuoso, quien entraría defendiendo y atacando.
Sería Juan Pablo Rodríguez, por banda izquierda, quien avanzaría decidido para centrar a Darwin Quintero, quien con maestría esperó el balón que no detenían ni Corona ni dos defensores para anotar el primero, y luego, el mismo "Toro de las Dunas de Bilbao" haría el segundo en gran jugada personal.
Este triunfo no debe ser flor de un día pues hay que seguir trabajando fuerte para eliminar tantos pases equivocados y para ensayar más jugadas de pizarrón al frente, porque Toluca, Tigres y Estudiantes intentarán frenar el paso de estos Guerreros.
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