Tigres anda mal y está ya metido en aguas donde hay banderas amarillas, señalando peligro de descenso. Si no es en esta campaña, en la siguiente el equipo felino podría empezar muy mal el torneo de no encontrarle Daniel Guzmán la cuadratura al círculo.
Pero no crea que Santos anda mejor, porque siguen notándose muchas irregularidades en el desempeño de jugadores que antes fueron clave en el accionar y donde destaca Daniel Ludueña, anteriormente de un rendimiento mucho mejor, no quedándose atrás Walter Jiménez.
El mismo Darwin Quintero, que llegó con apodos rimbombantes, esta temporada no ha podido estar fino y por el contrario la pérdida de balones y las fallas ante el arco rival son ya sus constantes, lo que lo va bajando de categoría ante una afición exigente y conocedora.
A Matías Vuoso no se le ve nada contento de empezar los partidos en la banca y luego que entra de cambio a veces no encuentra ya el ritmo como ocurrió aquí ante Toluca, que no sabía ni dónde pararse en la cancha.
Rubén Omar Romano y su cuerpo técnico saben que quien mueve la batuta con Tigres es Itamar Batista, quien con su futbol de protección al balón y sus arranques inesperados al marco contrario han sido la pesadilla de los equipos contrarios. Algo atrás de él está Lucas Lobos.
Esperamos haya garantías para los laguneros que asistan este jueves al Volcán. La directiva albiverde seguramente ya habrá solicitado apoyo especial para la gran comitiva que acompañará al equipo de la Comarca.
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