La palabra. Ese fue el título de un libro que en 1954 escribió José López Bermúdez, un filósofo y pensador nacido en Moroleón, Guanajuato. Su texto sirve de guía a oradores, escritores y pensadores, pues habla de la importancia que tiene la palabra, dicha, incluso en momentos de gran presión.
Dice que los seres humanos tenemos como forma de expresar lo que somos, sentimos y queremos solamente con la palabra, y que ésta es el reflejo más claro de nuestra personalidad, pues es la que nos permite sincerarnos . Y recalca, aún en los momentos de gran presión, usted no oculta sus sentimientos ante personas amadas.
Vienen a nuestra mente los conceptos de Javier Aguirre, técnico de nuestra Selección, quien en España despotricó contra México, su inseguridad y sus contratiempos, como lluvias, etcétera. Presume de no seguir en México después del Mundial y que sus hijos mayores viven en Europa y su esposa y otro en Miami.
Nos llama jodidos y nos zarandea después de lo que se le ha ayudado para que viva como rey al lado de los suyos. Dice que no tenemos muchas posibilidades en el Mundial y mil tonterías que lo exhiben con su palabra, dicha con mucha sinceridad ante gente que lo estima y lo ha apoyado.
Javier Aguirre, y no sólo lo decimos nosotros, no debe seguir un día más al frente de nuestra Selección. Necesitamos gente comprometida con nuestro vivir y nuestro sentir. Nos la jugaremos con nuestras esposas y nuestros hijos en este México que nos tocó vivir y no nos esconderemos ni renegaremos de quien nos da el pan.
Javier Aguirre es un oportunista y un vividor, y por dignidad ni un día más debe estar con nosotros. Si no supiéramos el valor que tiene la palabra, pasaríamos muchas tonterías y pen... de gente sin criterio. Ni un día más, por favor, con este señor.