¡Pobre Auditorio Municipal de Torreón! Y ha de repetir lo del poeta: "He sufrido y padecido tanto, que ya el dolor como el placer me hastían"... Y es que desde su inauguración ha tenido tantos contratiempos y tantas desgracias, que ya no asombra lo que ahora quieren hacer con él.
Resulta que las nuevas autoridades municipales empezaron a enseñar la oreja en materia deportiva al permitir que este templo del deporte, tan humillado, mancillado y olvidado, por unos cuantos dineros sea utilizado para espectáculos que se ha comprobado dañan la instalación.
Es un lugar que desde su nacimiento dio problemas por la forma en que fue construido, con un techo que poco a poco fue permitiendo el paso generoso de la lluvia. Luego aparecieron problemas de acústica y un piso que tenía que ser cambiado con frecuencia.
Llegó Jaime Chávez a la administración del deporte municipal anterior y mucho luchó por mantener en forma el Auditorio, pero luego fue utilizado como cuartel militar y otra vez volvió a tener pausas en su fin y funcionamiento.
Sería una verdadera pena que por tristes 20 mil pesos de renta se echara a perder nuevamente lo que con tanto sacrificio y esfuerzo se ha logrado. Esta columna hace mucho tiempo incluso ha pedido que el lugar sea llamado Alfonso Esparza Hernández en reconocimiento al gran impulsor del baloncesto lagunero.
Ayer, peritos en la materia nos decían que los problemas que tiene dicho lugar se pueden solucionar, incluso mejorando su techo, colocando lienzos para mejorar la acústica y hacer inversiones para que el lugar sea más cómodo y funcional. Y tan bien ubicado que se encuentra.
