¿Sabe usted quién viene el próximo domingo al Territorio Santos Modelo?, pues nada menos que Jaguares, el mismo que detuvo feamente la marcha triunfal que presumían las Chivas, endilgándole un elocuente 4-0, con tantos de Jorge Hernández, Édgar Alvarado, Christian Valdés y Jackson Martínez.
Pablo Marini apenas había llegado a dirigir a los de la selva y pronto encontró el modo de vencer a unas orgullosas Chivas, tapándoles la boca y lo demás. Ahora Rubén Omar Romano tiene la gran oportunidad, ayudado por sus jugadores, de demostrar que lo del sábado fue sólo un mal paso.
Para ello tendrá que replantear su sistema, con orden desde la media cancha, y sobre todo en la zaga, donde Oswaldo requirió de mucho apoyo el sábado y no lo tuvo, especialmente por el centro, donde las Chivas locas andaban retozonas y como en sus mejores tiempos.
Seis goles son muchos y Santos, que no tenía malos números en ese casillero, está ahora entre los más zarandeados, y conste que Oswaldo impidió por lo menos tres o cuatro tiros que ya cantaban en el Jalisco como goles. Así que mala, muy mala noche para los laguneros.
Y peor les fue a los seguidores santistas que acompañaron a su equipo hasta la Perla Tapatía, pues fueron maltratados, heridos y sacudidos por los fanáticos de las Chivas, algo que deberá protestar la directiva del Santos porque los daños rayaron en el ámbito penal.
Y qué lástima que ya terminando el Torneo Bicentenario el equipo lagunero aún no pueda contar con sus famosos lesionados, Felipe Baloy, Carlos Ochoa y José María Cárdenas, quienes se pasaron casi toda la campaña en el famoso hospitalillo. Y ahora se les suman Iván "Guti" Estrada y Jonathan Lacerda. ¿Hasta cuándo?
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