Santos Laguna sigue sin encontrar la salida de ese negro túnel en el que se metió desde su partido contra Chivas. Siguió ahí ante Jaguares y ayer alargó su estancia al perder, ahora ante unos desmantelados Pumas, utilizando un esquema netamente defensivo que pensó lo sacaría de la oscuridad.
Con sólo Matías Vuoso al ataque, apoyado por Daniel Ludueña, Santos se la jugó así desde el inicio, pensando que con el regreso de Felipe Baloy a la zaga le ayudaría a maniatar a unos Pumas que no contaron con su arquero titular Bernal ni con sus seleccionados y lesionados.
Fue hasta la segunda parte cuando Romano decidió cambiar su esquema, sacando a Vicente y mandando a la guerra a Darwin Quintero y a Carlos Ochoa, con lo que reaccionó Ferreti poniendo en la cancha a Paco Palencia, el del colmillo grande y retorcido.
No tenía ni 15 minutos en la cancha cuando Palencia encontró la fórmula para conseguir el triunfo. Se fue al ataque seguido por José Antonio Olvera, quien le cometió falta dentro del área para un penal que cobró el mismo Palencia, sabiendo que Oswaldo no es ya especialista en detenerlos.
Así, Pumas no sólo consiguió un triunfo sino que por más goles anotados superó en la cima del Grupo Tres al mismo Santos, recuperando así el lugar que los laguneros le habían arrebatado en la fecha cuatro. Pumas sin seleccionados se ve más regular ahora que Santos, y con las irregularidades del Cruz Azul aspira no sólo a estar en un lugar de honor de la liguilla sino con otro campeonato.
Santos tendrá dos partidos en casa, primero con Monterrey, el miércoles por la noche, y luego contra San Luis al caer la tarde del lunes, para cerrar el torneo regular en la misma Capital ante el América. Panorama difícil, sobre todo por el bajón de juego que acusa ahora el equipo de la Comarca.
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