Monterrey, que está jugando bien, puso en aprietos a Santos desde la primera parte, con un juego de conjunto, casi sin errores, enfrente Santos fue el de los últimos tiempos, errático, impreciso y sin fuerza en el ataque, con una media cancha perdida, y solamente intervenciones de Oswaldo evitaron la temprana caída.
En el primer tiempo, solamente Oribe Peralta asomaba genialidades que dejaban con la boca abierta a los regios, como esa jugada al minuto 28 donde "El Cepillo" burló defensores contrarios que fue un contento, dando un pase a Daniel Ludueña que entraba franco pero no pudo prender el esférico.
Y fue el mismo Peralta quien anotaría por fin para la causa lagunera, un señor golazo que se fue hasta el fondo de la cabaña, y Santos empezó a jugar mejor, dándole pausa al balón para que el ataque fuera mejorando, lo que llenó de entusiasmo a la tribuna porque se veía por fin cercano el triunfo.
Pero inexplicablemente Rubén Omar Romano se fue pronto atrás, sacando a Darwin Quintero para meter a Juan Pablo Santiago, lo que molestó a la afición, y luego para beneplácito de Víctor Manuel Vucetich, Romano sacó a Ludueña para que entrara Ochoa, perdiendo ya toda efectividad Santos.
Vucetich respondió pronto mandando a la cancha al mismo tiempo a Aldo De Nigris y al "Cabrito" Arellano, y sería este último quien lograría el empate y así Monterrey a punto estuvo de ganar un partido que bien pudo ser para la causa lagunera.
A seguir rezando pues, porque Santos está jugando al futbol no en forma brillante, pues equivoca mucho sus pases, ha perdido el balón y no tiene fuerza en el ataque, pues el mismo Darwin Quintero manda los balones a todas partes, menos a la cabaña contraria. Y Ochoa está para seguir entrenando en interescuadras, no en partidos oficiales.
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