Hay dos fuertes candidatos para ocupar el lugar que deja Indios de Juárez en la Primera División. El aparentemente más poderoso y más cerca de lograrlo es el Necaxa, quien tiene ya medio boleto en la bolsa, y sólo falta terminar con éxito los dos partidos de las finales que hoy comenzarán en el Estadio Victoria de Aguascalientes, y el sábado en el Nou Camp de León, Guanajuato, ante los Esmeraldas de ese lugar.
Y hay muchas cosas que impactan en esta final a la Comarca Lagunera, la primera es que el equipo de León pertenece ahora a la famila de los Batarse Tagle, radicados en la Comarca, y donde Abraham Jacobo es el presidente. Además, ahí están dos viejos conocidos nuestros. En la portería, ahora como suplente, Francisco González "El Panchote" y en la defensa, y como capitán, el paraguayo Denis Ramón Caniza.
La historia de ambos en el equipo de la Comarca es amplia y recordable. Francisco se formó en las fuerzas básicas, y cuando fue requerido para debutar en Primera División lo hizo bien. Ya antes, en un campeonato juvenil celebrado en Argentina, nos habían dicho de su calidad y de la forma en que había impactado en tierras pamperas.
Y en cuanto a Caniza, fue pieza fundamental en el accionar santista, ganando el aprecio y la estimación de los aficionados. Recordamos que tenía muchos planes para quedarse en estas tierras, pero así es el futbol. Se fue a su tierra, donde siguió triunfando y formando parte de la selección guaraní, y todo indica que podría estar nuevamente en un Mundial.
Si Necaxa sale airoso en esta final conseguirá su pase automático a la Primera División, llevado de la mano por Omar Arellano, el mismo que estuvo aquí como auxiliar de Eduardo de la Torre. Tuvimos trato con él, conocido también como "La Pina", al igual que su señor padre, y nos confesó que algún día le gustaría estar dirigiendo en la Comarca.
El sábado a las ocho de la noche será el partido de vuelta de esta final, aunque este atardecer ya podríamos tener una visión mejor de quien estará acercándose a la Primera División, para Necaxa con menos tiempo de soñar, no así para los panzas verdes, que tienen años y años intentando devolverle el mejor futbol a una ciudad cien por ciento futbolera.
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