Dos goles a cero es el marcador más engañoso, sobre todo en la historia del Santos Laguna. Esto ojalá lo conozca ya el señor Rubén Omar Romano y sobre todo sus jugadores, para que el domingo por la tarde en C.U. vayan con todo, con la misma actitud que mostraron el domingo en el Corona.
Al señor Romano le ha faltado darse baños de polvo y pueblo lagunero. Apartado como buen argentino no ha querido tener contacto con quienes pueden ayudarlo a entendernos. Bien lo decía el otro día en esta misma META Rafael Rosell, criticando la falta de sensibilidad del argentino.
Y es que en la Comarca Lagunera la afición al futbol está aparte de todas las demás. Aquí hay que entregarse o tener el repudio general. Al que se entrega, lucha, pelea, tendrá siempre el reconocimiento general. Ahí está el caso palpable, elocuente de Vicente Matías Vuoso.
Aunque no anote goles, la gente sabe que sale a entregarse, a luchar, a darle problemas al rival y eso es lo que importa en estas tierras, donde nada es fácil y donde el ganar un reconocimiento cuesta. Aquí la afición es muy exigente y siempre quiere la entrega total.
Por ello bien atinado el que bautizó como los Guerreros a quienes vistieran la camiseta verdiblanca. De sus mejores representantes hay muchos ejemplos, tanto a nivel directivo, como cuerpo técnico y jugadores. De los primeros sobresale, naturalmente, Gustavo de Villa Vázquez, el mejor directivo que ha tenido Santos.
De los técnicos, Alfredo Tena y Fernando Quirarte, serán siempre bien recibidos aquí, lo mismo que Rubén Maturano. De los jugadores: Jared Borgetti, Rodrigo Ruiz, Pedro Muñoz, Adrián Martínez y Vicente Matías Vuoso, serán siempre considerados los grandes personajes de la cancha, entre otros.
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