Toluca es un equipo ordenado, con dominio de balón, y que no regala espacios al rival. Un contrincante muy diferente a Monarcas que alegremente iba al ataque, impulsado desde la banda por Tomás Boy. "El Chepo" de la Torre, al frente de los rojos, sabe mover bien sus piezas.
Es cierto, cada rival tiene su propio estilo y por ello Santos Laguna ha ido acomodando sus hombres de acuerdo a una estrategia a seguir, y sobre todo tomando en cuenta que la liguilla es un torneo aparte, donde los errores salen costosísimos.
Ya lo recordaba "El Sheriff" Quirarte, con aquella expulsión de Héctor Altamirano en una final precisamente ante Toluca, donde los del Estado de México se ensañaron con unos guerreros que fallaron a la hora buena, en una final.
Ojalá esto de las expulsiones lo contemple el cuerpo técnico santista y sobre todo sus jugadores. Hay experiencia en la mayoría de ellos y no se puede aceptar como excusa el calor o la pasión con que se viven estos juegos de finales.
Antonio Naelson "Sinha", hombre de Selección Nacional, es el encargado de orquestar desde la media cancha, y sus disparos inesperados pueden ocurrir desde cualquier distancia. Calderón y Esquivel, moviéndose por los costados saben anotar y causar problemas.
Así pues, concentración al cien por ciento de parte de los de verde y blanco, que en este último tirón no haya distracciones para que con un juego de conjunto puedan conseguir el cuarto título de un equipo joven que debe ponerle el mejor adorno a su nueva casa, una corona más.
En aquellas épocas, cuando existían las Ligas de Beisbol Torreonense, que dirigía don Gregorio Palomares Barrón; Lagunera, de Armando Arvizu y Gomezpalatina de Manuel Fong Acosta, año con año se preocupaban por organizar su tradicional "Juego de Estrellas", en donde participaban lo mejor de cada uno de esos circuitos.
Tuvieron que transcurrir algo así como 30 años, para que el ingeniero Mario Sáenz Villarreal, ahora presidente de una de las mejores Ligas de la Región como la de Empleados y Profesionistas, retomara esa tradición.
Y para este domingo 23 de mayo, en el Parque Metalero de la Sección 74 a partir de las 9:30 de la mañana, están anunciando la realización del "Juego de Estrellas", contando para ello con el apoyo de gente del beisbol, como Lino Juárez, secretario general del Sindicato Minero de la Sección 74 y la titular de la Comisión Municipal del Deporte, Silvia Garza Villarreal.
Como acontece en estos casos, antes del cotejo beisbolero, se llevarán a cabo las tradicionales pruebas de campo, así como el Derby de cuadrangulares.
Entre la lista que nos proporcionó Fernando Sánchez Cabello, del comité organizador del evento, de algunos de los jugadores quienes conformarán los grupos selectivos "Miguel Hidalgo" y Francisco I. Madero", destacan los nombres de Humberto Rocha, Alfonso "Panameño" Hernández y Juan Mario Pérez, quienes en el invierno vistieron la franela del campeón Ayuntamiento Matamoros en la Liga Mayor de La Laguna.
Así como el eterno Isidro "Chilo" Lozoya, toda una institución del beisbol comarcano, los hermanos Sergio y Raúl Valverde, el zurdo Francisco Sombra, Avelino Barrón, entre otros.
Para este acontecimiento, se espera contar con la presencia de Derek Bryant, flamante timonel del equipo Vaqueros Laguna, quien seguramente será motivo de un bien merecido reconocimiento por su trayectoria dentro de la pelota profesional y por su reciente elección para su entronización al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, en donde se encuentra lo más selecto de nuestro beisbol.
La mañana del domingo 23 de mayo, el vetusto Parque de los Mineros de la Sección 74, un campo lleno de mucha tradición, se vestirá de gala, seguramente registrará su graderío, una buena asistencia de aficionados al Rey de los Deportes, sobre todo de peloteros que juegan en los diferentes equipos de la Liga de Empleados y Profesionistas, sin faltar, claro, sus respectivas familias.
El 7-1 es un marcador casi hasta enigmático en la historia del Santos Laguna. Cuando un juego termina así en cualquier liga competitiva del mundo, es el resultado de accidentes que tiene el futbol, y porque simplemente al equipo que metió los 7 le salió absolutamente todo bien, y el que los recibió, le salió todo mal.
Casualmente la goleada más estrepitosa que habían recibido los laguneros, fue en la temporada larga 1992-93 en manos del León, cuando los otrora Panzas Verdes golearon a los guerreros por el mismo marcador de 7-1 en el bajío.
He traído a colación este antiguo mal resultado porque recuerdo la angustia, desesperación y humillación que como aficionado recibimos con tantos zarpazos del león que nos dejaron en la lona. Y fue una experiencia del todo agradable vivirlo ahora del lado triunfador, hasta reconfortante. Y más en una semifinal y además contra Morelia, equipo que apenas el torneo anterior eliminó a Santos Laguna de la liguilla. Si de pasada el Guti Estrada coronó su excelsa actuación con un gol, cosa que dijo Tomás Boy jamás volvería a ocurrir, la fiesta simplemente fue completa.
Pero hay otro 7-1 que se conecta en la historia del Santos a la perfección con la realidad que se está viviendo: precisamente el rival a enfrentar en la final, los Diablos del Toluca, golearon en el marcador global en la final disputada en el Verano 2000 con idéntico marcador. Santos perdió como local 0-2 y en el infierno de la bombonera, los malvados golearon 5-1 para dejar el resultado final en 7-1. Ésta fue una final tan dolorosa y tan poco competitiva que la mayoría de los aficionados no recordamos, hacemos como que no pasó. Pero creo que es tiempo de sacarla de la memoria para tener una gustosa revancha. De las 3 veces que se ha coronado Santos, las 3 finales las ha cerrado como local. De modo que es un reto que se suma a los ya muchos conseguidos por Romano y su plantel, que pese a las críticas constructivas, se ha plantado dignamente en la final.
Romano, por su parte, también tiene un reto personal: ha disputado dos finales y no ha logrado ganar alguna. Es momento de hacer historia, como se hizo ante Morelia: que Santos se corone fuera de casa, que Romano gane una final y lo que la historia de la humanidad en pocas palabras siempre ha deseado: que se imponga el bien al mal.
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