Grata sorpresa fue ese triunfo inesperado de 2-1 ante Italia, el campeón del mundo. Gratísima, agregaríamos, por la forma en que se desempeñaron nuestros representantes, jugando con serenidad y personalidad, mostrándole a los azzurri que han mejorado enfrentando a los mejores.
Y los que tanto hemos criticado a Javier Aguirre por sus cosas tan personales, dentro y fuera de la cancha, tenemos que reconocer que lo de Gambia no fue un chiripazo, sino la preparación idónea de lo que puede seguir, ya en la Copa del Mundo, si los nuestros siguen como ayer.
Pocos esperábamos que el "Conejo" Pérez estuviera bajo el marco, y lo hizo bien. Nos gustó el parado inicial con "Maza" Rodríguez y Osorio en la central, impidiendo los avances azules, y sobre todo teniendo mejor control del juego a balón parado.
Nos gustó el desempeño de los laterales Paul Aguilar y Carlos Salcido, y esa media cancha integrada y capitaneada por Rafa Márquez, donde Gerardo Torrado y Efraín Juárez parecían compañeros de toda la vida y además esa línea de ataque conformada por Vela, Gio y "Chicharito".
Ahora sí, directos a Johannesburgo, donde Carlos Alberto Parreira, técnico de los anfitriones sudamericanos siente que no resultará fácil vencer a una escuadra verde, ahora conformada por jugadores que han tenido muchos partidos de preparación.
Carlos Vela y el "Venado" Medina, autores de los goles mexicanos, viven una experiencia inolvidable, y esperamos que a ese sentimiento se agreguen luego Javier Hernández y Giovanni Dos Santos, que también tiene poder a la ofensiva.
Mruelas@elsiglodetorreon.com.mx
