Esa goleada de 5-2 que Querétaro ha propinado a Santos Laguna, hasta antes del encuentro superlíder del Torneo Apertura 2010, ha dejado muchas lecciones que hay que atender a la brevedad. Cuando dicen que la mejor defensa es el ataque, empezó a comprobarse cabalmente en los primeros tres partidos del certamen, pero, ¿qué ocurrió después?
Nadie ignora que cada equipo tiene, además de su técnico principal, una serie de auxiliares que van analizando cuidadosamente al resto de los equipos. Esto lo vimos y entendimos claramente cuando estuvo aquí Fernando Quirarte, quien tenía como auxiliares a Eduardo de la Torre y a Eduardo Ramos.
Curiosos como somos y aprovechando la relación cercana que había con todos ellos, los escuchábamos platicar con muchas bases de los demás equipos. Nos gustaba la forma serena y objetiva como veían el desempeño de cada equipo de la Primera División, con sus puntos relevantes y débiles.
Desde entonces entendimos mejor que equipo que se dedica a ver sólo al futuro rival, no tiene una visión más amplia de lo que debe atender y cuidar paulatinamente. Al sistema de Rubén Omar Romano seguramente lo tienen muy bien analizado los demás equipos, y saben que empieza fuerte las campañas y luego va aflojando, para volver a subir después.
Y el análisis de los auxiliares es tan importante, que nadie lo menosprecia. Ahora que Santos se prepara para recibir al Necaxa, es seguro que ya deberá tener adelantos de cómo acostumbra mover a sus jugadores Daniel Brailovsky, quien acaba de tomar las riendas de los Hidrorrayos, pero ya ha asomado su estilo con otros equipos.
Ayer platicábamos con Salvador Reyes júnior, uno de los auxiliares de Romano, y admitía que ante Querétaro aparecieron los errores, pero se confortaba diciendo que el futbol da revanchas y que eso deberán mostrarlo con el siguiente rival el próximo sábado. Habló también de lo valioso que resultó para él el viaje que acaba de hacer por Europa acompañando a Alejandro Irarragorri.
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