En este año que va a cumplir el jueves 11 el Territorio Santos Modelo, hemos vivido ya muchas emociones. Quizá la primera e inolvidable fue cuando se inauguró, con esa velada que nos transportaba al mejor escenario del mundo, incluyendo a los que se presentan en Las Vegas.
Hemos estado allá y nada le envidiamos a los que acompañan a los mejores artistas, porque esa noche vimos la forma en que se transformaba la cancha de juego, con sus montañas mágicas, sus personajes sacados de la imaginación y su escenario para Ricky Martin.
Nos tenía a todos emocionados. Y luego se han vivido ahí partidos de todos los colores, como el de la inauguración cuando el equipo de casa recibió al Santos de Brasil y cuando se jugó el primer partido oficial, el último del Apertura 2009 entre Santos y América.
Hoy, cada domingo que tenemos oportunidad y facilidades para estar ahí lo disfrutamos al máximo, aunque a decir verdad extrañamos mucho el viejo Corona, con sus incomodidades y sus charcos en las afueras, pero cómo gozamos tantas y tantas jornadas.
Cuando no hubo futbol en la Comarca, por haberse vendido el Torreón y después el Laguna, de vez en cuando íbamos al estadio a verlo solitario, abandonado y descuidado, totalmente descuidado, hasta que llegó don Memo Olvera y su familia y lo fue transformando.
Aunque a los que trabajan les pagan, según lo pregonan los patrones, hay gente que le pone algo especial, algo extra a lo que hace. Así fue el trabajo de don Memo y su estimada familia, a quien debe dársele un día un homenaje, aunque le hayan pagado a tiempo, pues hay cosas que no las recompensa un salario.
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