Lo interesante es ver cómo Rubén Omar Romano va a enfrentar en esta semifinal al América. Porque las Águilas aparecen como un rival de cuidado, y aunque Vicente Matías Vuoso esté fallando a la hora de definir, junto a él estarán Vicente Sánchez y el Rolfi Montenegro, en los que Manuel Lapuente confía encontrar los goles necesarios para superar la etapa.
Y aquí la afición no encuentra los elementos que la hagan estar tranquila, pues conocen ampliamente el paso irregular que ha tenido el equipo en esta etapa, sobre todo en esta temporada, cuando inició arrollando a los rivales y luego se fue desmoronando con un futbol inseguro, ofreciendo comodidad y puntos a los rivales.
Esa fue la constante de la última etapa del Apertura 2010 y en todos quedó la impresión de que el mejor futbol en el arranque de esta liguilla lo ofreció Jaguares, bien ordenado y plantado en la cancha del Víctor Manuel Reyna y luego en la del Nuevo Corona, faltándole sólo el gol.
¿Dónde dejó Santos esa capacidad goleadora que tan generosamente mostró al principio del torneo? La pólvora se fue mojando paso a paso, dejándo el encargo goleador y la responsabilidad ofensiva solamente en Christian Benítez, quien aportó más del cincuenta por ciento de los tantos logrados en toda la campaña.
En esta liguilla, ni Benítez ni mucho menos Quintero aparecen todavía en el marcador, y para colmo de males está esa lesión de Oribe Peralta que tanto dañará. Ojalá de parte de la directiva santista haya una severa protesta y el pago de una indemnización por parte del jugador chiapaneco Durán.
Conste que el peso de esta etapa de la liguilla lo deberá soportar América, por el caudal de historias que tiene detrás, pero como está jugando Santos, la carga aparece por ahora para el conjunto de la Comarca. Ojalá reaccionen los señores del cuerpo técnico y sobre todo los jugadores.
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