En el futbol mexicano hay una especie de jettatura o maldición para los equipos que durante toda la temporada ganan partidos y alcanzan el superliderato, y al llegar a la liguilla todo lo que hicieron se esfumó. Tal y como le ha pasado al Cruz Azul, echado de la liguilla por Pumas, ahora ya en semifinales.
Hay más de estas maldiciones, por ejemplo que el marcador de dos goles de ventaja para un equipo es muy engañoso, porque muchas veces esa temprana ventaja es superada con facilidad por los rivales. Hay más tradiciones que muchos desearían fueran leyes.
Esto último nos viene a la mente ahora que Santos Laguna, después del juego de ida ante América, en esta liguilla tiene ventaja de 2-1, es tiempo de recordarle a técnicos y jugadores albiverdes que no hay ninguna garantía con tal resultado, y que no subestimen al rival, porque sí es de peligro.
Si el "Rolfi" Montenegro sale inspirado, orquestando la media cancha, organizando el ataque con los "Chentes" en su noche, tanto Sánchez como Vuoso, y atrás los apoya por fin Aquivaldo Mosquera, la ventaja conseguida en el Azteca podría evaporarse, así que nada de confiancitas.
Además no se ha podido conseguir que en Santos Laguna todos rindan al parejo, y en un juego de conjunto, un prietito en el arroz echaría a perder todo lo que se ha avanzado en esta liguilla, superando primero a Jaguares y avanzando ya contra Águilas del América.
Aquí nadie olvida lo peligroso que resulta Vuoso por la forma en que pelea siempre por la posesión del balón y por encontrar oportunidades para anotar, aunque falle mil veces, además Vicente Sánchez podría recuperar su capacidad goleadora. Así que sin confianzas y que el jugador número doce apoye en este atardecer con todo.
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