Había que estar en el atardecer de ayer en el nuevo Estadio Corona, lleno hasta los topes, gozando y sufriendo desde el minuto dos, cuando Darwin Quintero se fue hacia el frente burlando rivales y encontrando pronto la cabaña de Ochoa para anotar el primero y avanzar a la final con decisión.
Y aunque las cosas estuvieron dominadas en la primera parte, todo se complicó en la complementaria, cuando reaccionaron las Águilas, empatando a los 60 por conducto de Vicente Sánchez, que jugó magistralmente al ataque y mandó pases para otros dos goles, uno de Vuoso y otro de Esqueda.
Pero Santos sigue inspirado y fue el mismo Quintero, en otra de sus diabluras personales, el que anotaría el segundo de los locales. Pero Vicente Sánchez seguía siendo el gran orquestador y pasador, cediendo balón para que Vuoso anotara por fin su gol después de varios intentos.
Pero faltaba el tanto del campeón de goleo, Benítez, quien a los 75 mandaba de nuevo adelante a los Guerreros, y la respuesta la dio de nuevo Vicente Sánchez con pase para que el recién ingresado Esqueda anotara por las Águilas pero no les alcanzó la cuota goleadora pues el marcador final quedó 5-4 a favor de Santos.
Cuando Manuel Lapuente vio que no estaba en la cancha "Guti" Estrada ordenó todo su ataque por el lado izquierdo, donde Layún coordinaba y golpeaba con frecuencia a Fernando Arce, y donde Vicente intentaba una y otra vez centrar para Vuoso, quien desaprovechaba servicios.
A Santos le afectó la expulsión de Baloy a los 67, después que acumuló su segunda amarilla al jalar la camiseta de Gallardo. Ya a los 48, el panameño había golpeado a Daniel Márquez cuando estaba en el césped, esto complicó los planes de Romano ayer y también en el de ida en la gran final.
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