Ese proyecto futbolístico y empresarial, que era para Querétaro y que de rebote nos cayó, ha sido bueno, pero podría ser excelente si se atendieran algunos detalles, de acuerdo con la idiosincracia de los laguneros, su afición, sus medios de comunicación y sus empresas.
Cuando se puso la primera piedra de lo que hoy es el Territorio Santos Modelo, ante todos los presentes de parte de los directivos de Grupo Modelo se dijo que era un proyecto que llegaba aquí después de considerar pros y contras en otra parte.
Y ha sido bueno, porque ahora Santos Laguna tiene un bello estadio, se salvó del descenso y logró su tercer campeonato, pero está atorado en la conquista del cuarto, a pesar de lo que se ha acercado para conseguirlo, pero no lo va a obtener si se siguen con ciertos factores.
Por ejemplo, la nueva directiva tiene que quitarse de vaciladas y exigir más. Eso de dejarse crecer la barba, con exigencia para todos, es puro vacilón, con todo y sus cábalas. En su lugar hay que exigir más al técnico y jugadores. A Romano que respete un estilo que estableció.
Un estilo que dio excelentes resultados, a la ofensiva, porque cuando especuló le fue muy mal y peor en la Sultana, donde Suazo y De Nigris recibieron su aguinaldo anticipado, haciéndolo extensivo a Vucetich, mientras que en la Comarca nos volvimos a quedar como las novias de rancho. ¿Hasta cuándo?
No caben los pretextos, como eso del segundo gol regio, pues no era motivo suficiente para lavarse las manos, y además fue dudoso reclamarlo. Más contundente hubiera sido el golpe que dio Zavala a Benítez, o la pelota que le quitó Suazo a Oswaldo para anotar.
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