Un papá como pocos

Hace cuatro años y medio la vida de Alfredo Quiñones dio un giro y de pronto su situación laboral y familiar se modificaron. "Toda mi dinámica cambió porque antes trabajaba en el ramo de los restaurantes y todo el día prácticamente estaba en el trabajo, en la mañana, en las tardes y noches. Mi rol era el del padre proveedor, llegaba a la casa y todo estaba listo y las niñas habían hecho la tarea y sus actividades, y de pronto tuve que organizarme para ocuparme de todo", comentó 'Freddy' como lo conocen familiares y amigos.

Freddy es padre de Alejandra de 16 años, quien cursa el segundo año de preparatoria; Ana Patricia de 14, quien acude al segundo año de secundaria y Camila de 7, quien recién comienza su educación básica y cursa el segundo año de primaria. Las tres se encuentran mayoritariamente bajo los cuidados de su padre, por lo que suelen llamarlo 'Papá soltero' y por lo cual nos compartió las experiencias que vive día a día junto a sus tres sonrientes hijas.

 A LA ESCUELA

"A las 6:20 comienza la levantada, a bañarse y arreglarse. Mientras ellas se bañan preparo el desayuno, un licuado y algo ligero en la casa y, lo que se llevan al colegio: un sándwich o burritos. Antes estaban todas en el mismo colegio, pero ahora Alejandra está en prepa y tenemos que hacer dos paradas antes de que llegue al trabajo". Camila, la más pequeña, es la última en comenzar la actividad, pues "es la última que se levanta", comentaron sus hermanas.

Por las tardes, las niñas realizan diferentes actividades, después de comer con su mamá, Alejandra trabaja con ella en un negocio familiar, Ana Patricia acude a clases de jazz y la menor visita a alguna de sus abuelas. Al término de la jornada laboral "paso por ellas, empieza otra vez el recorrido y a terminar las tareas, hacer las tareas del hogar y prepararse para el día siguiente", comentó el padre de las menores.

"En la noche lavamos la ropa, los trastes, cada quien hace las tareas que le tocan en la casa, entre semana no salimos, pero los fines de semana hacemos otras cosas, vamos al cine, a fiestas, con amigos, etc.", nos compartió Alejandra.

 GRAN CONFIANZA

Mientras intercambian experiencias, todos opinan, hay muchas risas, las niñas reclaman a manera de juego si su padre dice algo que no les gusta, si confiesa lo que hacen por las tardes o si habla de que tienen novios o como dice "andan en eso".

La camaradería entre padres e hijas es evidente y al cuestionarle si es celoso contesta con un no muy convencido "no", pero de inmediato las hijas lo contradicen y después de pensarlo un poco confiesa "sí, la verdad sí soy muy celoso. Conozco a todos sus amigos y amigas y ellas conocen a todos mis amigos. Tenemos una muy buena relación, pero sí soy celoso", y explotan las risas de los cuatro.

Tanto el padre como las hijas aseguran que no hay secretos, "nos platicamos todo. Mi papá sabe lo que nos gusta, lo que no, conocemos a todos sus amigos, los invita a la casa y nosotros invitamos a nuestras amigas y amigos y también les cocina", compartió Ana Patricia.

El padre reafirmó lo que aseguran sus hijas, pues "existe mucha comunicación. Siempre nos contamos lo que nos pasa y ellas saben lo que me preocupa y yo sé lo que les preocupa a ellas. Tenemos una excelente relación".

 TECNOLOGÍA

Al preguntarles si su padre ha adoptado como propio algún gusto que ellas comparten, las tres confirmaron el uso de Internet y las redes sociales. "Antes me decía que no me la pasara tanto tiempo en la compu y ahora él está más que nosotros", dijo Ana Patricia, "antes las regañaba, pero ya está igual que ellas", dijo Camila.

 LO HACE VER SENCILLO

Por difícil que parezca la crianza de tres mujeres bajo el cuidado mayoritario de su padre, Freddy, asegura que no lo es y "no lo veo tan diferente como muchos dicen, es lo mismo", comentó. Además, asegura que a partir de su trabajo total como papá ha aprendido a ver la vida más sencilla, "trato de disfrutar todas las cosas mucho más, y que no me preocupe demasiado lo que parece complicado", dijo el orgulloso padre.

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