Choques. El Instituto Electoral ha sido cuestionado por la mayoría de los partidos por diversas irregularidades. Ejemplo. El 1 de mayo, seguidores del PRI y del PT se liaron a golpes; por supuesto, no hubo sanciones para ningún bando.
La "guerra" entre los actores políticos comenzó a la par de las campañas mismas y se ha mantenido hasta hoy, fecha en que concluyen.
El común denominador han sido las descalificaciones, trifulcas y el uso de un "árbitro" electoral acusado de favoritismo.
LO QUE MAL EMPIEZA...
La Ley Electoral para el Estado de Durango marcó el 12 de abril como fecha de inicio del proceso electoral 2010, en el que los ciudadanos elegirán la mejor opción para que los represente como diputado local, alcalde y al gobernador del estado.
Al día siguiente del arranque, se desarrolló una sesión del Consejo Estatal Electoral en la que los representantes de los partidos políticos protagonizaron una discusión a causa del "madruguete" que la coalición "Durango nos Une" dio en la colocación de propaganda en la vía pública.
Y es que el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) no elaboró un acuerdo previo para asignar los lugares correspondientes para la colocación de mamparas, pendones y demás tipo de propaganda en los postes de alumbrado, teléfono o electricidad de la vía pública. Por lo que la coalición "Durango nos Une" distribuyó su material desde el primero minuto del 12 de abril, acaparando los mejores lugares.
Esta situación provocó la inconformidad de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza, externada en la sesión del Consejo, donde también hubo gritos y alusiones personales con participación de los dirigentes de los partidos Acción Nacional y Convergencia.
Incluso los representantes del Poder Legislativo, José Luis López Ibáñez y Rosauro Meza, se enfrascaron en una disputa que incluyó ataques personales.
La resolución del IEPC fue crear un acuerdo para sortear los postes para que cada partido y coalición colocara su propaganda. Esto se realizó en cada Consejo Municipal Electoral; en Durango se hizo el sorteo el 15 de abril y los representantes de los partidos y coaliciones tomaron un número, equivalente al poste de cada calle y avenida como asignación de espacio. Evidentemente, nadie lo cumplió.
EL MIEDO
El 28 de abril, Yolanda Sifuentes de Ochoa renunció a la candidatura por la coalición "Durango nos Une", por presuntas amenazas. A mediados de mayo la Secretaría General de Gobierno confirmó que el candidato a diputado por el distrito VIII, Alfonso Peña, solicitó seguridad por parte del Estado debido a problemas de inseguridad en esa región.
Previamente el alcalde de Pueblo Nuevo, Daniel Delgado Meraz, dejó entrever la posibilidad de que en las casillas de los poblados El Molino, Los Guayabos, La Quebrada del Campamento y en El Campamento haya riesgos el 4 de julio por la presencia de grupos criminales.
EQUIDAD, DIFUSIÓN Y... OPACIDAD
A unos días de haber iniciado las campañas, el IEPC dio a conocer la inversión de cuatro millones 808 mil pesos, para la contratación de una empresa enfocada a realizar monitoreos de medios impresos y electrónicos durante el proceso electoral. Carlos Alberto Salazar Smythe, secretario Ejecutivo del organismo, informó que dichas labores quedarían a cargo de la empresa coahuilense Análisis y Control de Medios, SA de CV, cuyas oficinas se encuentran en la ciudad de Saltillo.
Al ser cuestionado sobre el objetivo de la contratación de una empresa para estos fines, Salazar Smythe manifestó que la intención era medir las apariciones de los candidatos a cargos de elección popular en televisión, radio y medios impresos "para que haya equidad". Resaltó la importancia de evitar las campañas "negras".
Sin embargo, más de un mes después el funcionario electoral se reservó los resultados y demás datos relativos a las labores de monitoreo; ya no quiso mencionar el nombre de la empresa a cargo y argumentó que el Consejo Estatal Electoral determinó que, "por motivos de seguridad", ya no se revelarían más datos, "hasta nuevo aviso".
Cabe destacar que a mediados de mayo el Instituto Federal Electoral (IFE) ofreció un convenio para apoyar al IEPC con los Centros de Verificación y Monitoreo, ubicados en la ciudad de Gómez Palacio, otro en el Distrito I y el tercero en la Junta Local. Pero el organismo estatal no lo aceptó.
En cambio, destinó casi cinco millones de pesos a la empresa coahuilense a pesar de que el convenio con el IFE sólo implicaba inversión en consumibles y la contratación de dos personas de apoyo, para grabación de testigos de noticiarios.
¿UN ADELANTO DEL ESPECTÁCULO?
El 1 de mayo, los partidos políticos y sus simpatizantes protagonizaron uno de los actos más bochornosos del proceso electoral, del cual ninguno se disculpó.
Desde temprana hora se colocaron tres templetes en la Plaza de Armas para aprovechar el marco del desfile con motivo del Día del Trabajo, pero en lugar de aprovecharlos para promover sus propuestas de campaña, los simpatizantes y "acarreados" se enfrascaron en empujones, insultos, botellazos, golpes y jalones de cabello. Hubo personas de todos los bandos que terminaron sangrando, pero lo más evidente fue el afán de protagonismo de todos los candidatos que, sin importarles la celebración de los trabajadores, coparon la calle 5 de Febrero hasta dejar apenas pequeños espacios para que desfilara el gremio laboral.
Dos días después comenzó a circular por internet un video en el que se plasmó una de las confrontaciones del desfile del Día del Trabajo; en el filme aparecen simpatizantes del PRI y del PT lanzándose golpes, patadas, palos y botellas; e incluso se aprecian niños que pasan en medio de la zona de la trifulca.
El Consejo Municipal Electoral de Durango dijo no tener reportes del pleito y que no emprendería ninguna investigación pues no hubo queja de los partidos.
OTROS INVOLUCRADOS
La mañana del 14 de mayo, el regidor Roberto Arreola llegó a la sesión del Cabildo de Durango usando una playera de color verde pero con el nombre del candidato a la gubernatura por la coalición "Durango va Primero" y con el logotipo del PRI. Aunque esto no generó comentarios de los ediles de oposición, sí ameritó un llamado de atención por parte del Alcalde.
Pero el calor de las campañas electorales también vinculó a instituciones educativas. El caso concreto es el del Instituto Tecnológico de Durango (ITD), que el 6 de mayo cerró sus puertas por decisión de la Sociedad de Alumnos, dirigida por Luis Fernando Soto Jáquez, y el respaldo de la Federación de Estudiantes Técnicos (FETED), Jaime Alonso Barrios Villegas; el argumento fue la designación de Amador Palomino Solórzano como director del "Tecno", ante la salida de Juan Gamboa García para incorporarse a la planilla del candidato del PRI a la alcaldía.
Aunque los líderes estudiantiles se esmeraron en aclarar que el movimiento era meramente estudiantil, hubo señalamientos y evidencias fotográficas de estudiantes "paristas" participando en actos de campaña priistas; en el Congreso del Estado se exhibieron documentos que mostraron que Soto Jáquez y Barrios Villegas reciben recursos del Ayuntamiento, en tanto que los estudiantes que encabezaron el movimiento a favor del regreso a clases fueron vistos en cuadrillas del candidato de la coalición "Durango nos Une", Rodolfo Dorador Pérez Gavilán.
ESPECTÁCULO EN EL TEATRO
El 9 de junio, el IEPC anunció la organización de un debate que la mayoría de los candidatos a la gubernatura habían pedido, pero cuyos preparativos eran totalmente desconocidos. Cuando los funcionarios electorales eran cuestionados sobre los preparativos para dicho evento, sólo atinaban a decir que seguían en negociaciones con todos los representantes de los partidos de la contienda electoral.
Curiosamente, el mismo día del anuncio, se enteraron los partidos políticos y hasta los mismos candidatos.
Al día siguiente se realizó el debate en el Auditorio Universitario. El "acuerdo" entre partidos políticos establecía que un perímetro de 150 metros alrededor del recinto debía estar libre de propaganda política y despejado de simpatizantes; esto no se cumplió. Desde las 18:30 horas, media hora antes del debate, la esquina de Bruno Martínez y Pino Suárez estaba copada de seguidores priistas y petistas.
Los primeros formaron una valla para que desfilara su candidato Jorge Herrera Caldera, "protegiéndolo" de un nutrido grupo de petistas que se acercaron para respaldar a su entonces abanderado Gabino Martínez, pero vitoreando al aspirante del PT a la alcaldía, Alejandro González Yáñez. A la puerta del auditorio llegaron decenas de elementos de la Agencia Estatal del Investigación (AEI) para "vigilar" la seguridad del evento e impedir enfrentamientos; no lo lograron. Su labor se centró en impedir el acceso de algunos representantes de medios de comunicación previamente acreditados por el mismo IEPC.
Mientras adentro los candidatos intercambiaban acusaciones y señalamientos, afuera los simpatizantes del PRI y PT armaron una batalla campal. Un mando medio de la Policía Estatal se concretó a decir que hubo "muchísimos" heridos, pero ninguna corporación amplió el saldo. El mismo Martínez Guzmán salió herido tras un empellón al ingresar al recinto y tuvo que ser sometido a una cirugía en el ojo izquierdo.
Herrera Caldera señaló al dirigente estatal del PAN, quien estaba sentado en las butacas, de carecer de inteligencia y ser calvo; José Rosas Aispuro y Gabino Martínez al priista por no concluir ninguno de los tres cargos públicos anteriores; los candidatos del Partido Verde y del Duranguense acusaron al aspirante de la coalición "Durango nos Une" de traidor, y el recinto se convirtió en un "mercado" entre gritos, porras y reclamaciones.
A pesar de todo, el consejero presidente del IEPC, Raymundo Hernández Gámiz, se dijo satisfecho del debate y afirmó que nunca se salió de orden.
"NO HAGAS COSAS BUENAS QUE PAREZCAN MALAS"
La madrugada del 18 de junio llegaron a la ciudad de Durango los tres millones 531 mil 929 boletas que se usarán el día de la elección. Pero llegaron acompañadas de una serie de señalamientos de los representantes y presidentes de partidos de oposición, quienes evidenciaron que los sellos firmados llegaron rotos, que uno de los camiones que transportaba el material electoral se extravió durante más de una hora en San Luis Potosí y que la empresa que lo imprimió no había destruido los negativos.
El IEPC aclaró que los sellos se rompieron a consecuencia del viaje, el viento y la lluvia; que el camión no se extravió sino que tomó una desviación equivocada y que de inmediato se reincorporó al convoy y que los negativos no se destruyeron por motivos de seguridad.
EL SILENCIO
Para esas mismas fechas el organismo electoral distribuyó a los medios de comunicación locales un documento, en el que "ordena" no difundir manifestaciones que denigren, calumnien o ataquen a los candidatos del PRI. Sólo que el IEPC no precisó cuáles son el tipo de publicaciones o expresiones que pretendía acallar.
La orden de "silencio" fue considerada por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) como una violación a la libertad de expresión, pues el documento debió emitirse a los candidatos y actores políticos; incluso, catalogó la acción como "un modo de censura".
Pero el silencio le llegó también a los titulares del IEPC, a quienes se les solicitó el costo de las boletas electorales y no lo revelaron. La tarde del 18 de junio se tenía programada una audiencia en las instalaciones del organismo electoral, pero a pesar de tratarse de un edificio público y sin explicación alguna, cerca de 20 elementos de la AEI y la Policía Estatal llegaron para plantarse en la entrada e impedir la entrada de los medios de comunicación. Todos estaban armados y la mayoría encapuchados.
A la fecha, las "cabezas" del Instituto no han explicado las causas para tomar tal medida.
Resta sólo este día para que concluya el proceso de campañas electorales, mismo que se ha desarrollado bajo circunstancias sin precedentes en Durango en materia de seguridad, competencia política e incompetencia de ciertos actores involucrados.