Durango

Una casa para Margarita

Lucha. La pensión que recibe no es suficiente; por eso sale a pedir a las calles. Hoy vive gracias a la caridad de una familia que la recibió en su casa; llama a las autoridades para que la apoyen con un lugar para vivir, aunque sea 'un cuartito'.

Lucha. La pensión que recibe no es suficiente; por eso sale a pedir a las calles. Hoy vive gracias a la caridad de una familia que la recibió en su casa; llama a las autoridades para que la apoyen con un lugar para vivir, aunque sea 'un cuartito'.

EMMANUEL FÉLIX

Aunque no tiene un sueldo fijo o una oficina, Margarita Delgado Martinez está todos los dias de 7:00 am a 1:00 pm afuera del templo de San Agustín. Es fácil reconocerla. Tiene una sonrisa muy bella, sin dientes, una gorra y está en una silla de ruedas.

Ayer se dirigía a la tienda por un encargo: tres limones y una Coca chica. Entonces comenzó a platicar su historia que, aunque triste, ella narró con elocuencia y gracia.

"Ando en silla de ruedas porque me fregué el cuadril en la orilla de una banqueta por culpa de una cáscara de plátano. Ahora batallo más para hacer encargos y pedir limosna, pero aquí sigo porque quiero irme a vivir a otro lado".

¿¿Tiene casa?

Vivo en la colonia Insurgentes, en el multifamiliar que está por donde pasan muchos camiones. Pero ya tengo un año ahí y estoy de arrimada por culpa de los señores del DIF que me sacaron de las casas para los ancianitos. De todas formas ya no podía pagar comida ni nada porque tenía que dar la mitad de mi pensión. Esas casas no son para jod...s, son para millonarios. Entonces un día llegaron y me llevaron a vivir con una señora que tiene mucha familia.

Tal vez quitar la mitad de la pensión no suena tan grave hasta que ella saca su recibo de mil 395 pesos al mes, con los que sobrevive y trata de aportar algo en donde mora actualmente.

"Yo no tengo hijos, ni mamá, ni papá ... La pensión la tengo desde que se murió mi viejito y me ha estado ayudando, pero la verdad, no es suficiente. Por eso vengo a pedir limosna al templo. Van varias personas que me dicen que me van a conseguir donde vivir, pero no pasa nada".

En sus mejores días, que son los viernes, Margarita junta hasta 250 pesos, pero los aporta para los gastos de la casa en que le han dado un espacio.

"Hacerme de un mueble o de una cama no se puede. ¿Dónde lo meto? Si yo no quiero que me den una casa, yo puedo pagar algo modesto, para poner mi repisa con mis papeles del Seguro y los perfumes que me regala la gente rica. No los puedo dejar donde vivo porque no hay espacio, y aunque hubiera, no es mío".

Entre otras actividades, Margarita también va a terapia, para recobrar el movimiento de su pierna. "Unas buenas gentes me regalaron dos andaderas. Ya puedo caminar, pero no tanto, por eso todavía uso la silla".

Dirigiéndose hacia otra tienda porque no había limones en la primera, se despidió pidiendo un favor: "Quiero un lugar para vivir. No quiero una mansión ni nada. Un cuartito para mí estaría bien, para poner mis cosas y dejar de dar molestias ... "

¿¿Y dónde la pueden encontrar?

Todos los dias aquí estoy de siete de la mañana a una de la tarde. Aquí en San Agustín me la vivo.

Leer más de Durango

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Durango

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Lucha. La pensión que recibe no es suficiente; por eso sale a pedir a las calles. Hoy vive gracias a la caridad de una familia que la recibió en su casa; llama a las autoridades para que la apoyen con un lugar para vivir, aunque sea 'un cuartito'.

Clasificados

ID: 548054

elsiglo.mx