La temporada de futbol mexicano ha llegado a su fin y ni más ni menos que los Guerreros del Santos Laguna se colaron por segunda vez consecutiva a la gran final en el presente año y también los Rayados de Monterrey, tanto expertos como aficionados esperan dicho encuentro por la supuesta rivalidad entre ambos que algunos suelen llamarle clásico.
Pero, ¿en realidad es un clásico? Sí, para que un partido de futbol pueda llamarse clásico tiene que compartir ciertas características, ya sean geográficas, históricas o de tradición, y ambos equipos sólo comparten una cercanía en el área del Norte del país, pero de allí en más no coinciden en nada, así que se debería de dejar de confundir lo que en realidad es un clásico. Por lo regular los partidos entre ambas escuadras suelen ser muy atractivos para el espectador, ya que el nivel futbolístico mostrado por ambos hace que los mismos aficionados se apasionen al momento de verlos, además cientos de familias hacen el esfuerzo de viajar a la Comarca Lagunera o viceversa.
Pero no hay que pasar por alto que los encuentros entre ambos equipos resultan ser muy peligrosos para los aficionados que gustan de ir al estadio con toda su familia, ya que su tranquilidad se ve mermada por un grupo de pseudoaficionados de los equipos que siempre hacen sus destrozos sea cual sea el estadio donde se esté efectuando el partido. Tampoco se trata de generalizar por que no todas las personas que cada 15 días asistían al Corona y ahora al TSM, hacen este tipo de desmanes, pero esta problemática ya tiene algunos años presentándose en cada partido sin que las directivas pongan un alto o mínimo las medidas de seguridad necesarias para que se eviten y para muestra de ello el partido que se efectuó en la temporada regular en el TSM terminó con una pelea en las tribunas entre aficionados santistas. Si bien es cierto en todos los deportes siempre se necesitará una porra más, un grito de aliento para que los deportistas den un esfuerzo más, porque el decir que a los deportistas no les gusta que los apoyen y que los aclamen sería mentir, científicamente está comprobado que las personas actúan positivamente ante un estímulo dado por un agente externo.
Dichas aficiones creen ser las mejores del país, los de casa aún no hacen pesar el Nuevo Estadio Corona como llegó a pesar el inmueble de la calzada Moctezuma, mientras que para los aficionados regios su equipo les está haciendo justicia después de pasar algunas temporadas llenando el estadio sin la obtención del alguna liguilla. Pero lo que es de respetarse es que ambas aficiones han soportado el aumento de precio que han hecho ambas directivas por el paso a la final, así que se esperará una entrega de ambas escuadras, así como un excelente funcionamiento de ambos equipos porque cabe recordar que Monterrey ha dejado ver durante la liguilla que gusta de jugar mediocremente al futbol sin ofrecer un espectáculo digno para el espectador basándose en defender solamente esperando un contragolpe que resuelva el partido. Mientras que los guerreros han mostrado que cuando se les presiona en la defensiva son tan vulnerables como cualquier equipo y que su capacidad ofensiva los tiene en la final
El TSM hoy lucirá un lleno total, aun no se sabe quién logrará levantar la copa, pero lo que cabe destacar que sea quien sea el ganador tiene que serlo el mejor en todos los aspectos ya sea en el campo como en las gradas porque no es más aficionado el que pega más fuerte sino el que apoya incondicionalmente.
Afición lagunera si algún día quiere ser la mejor del país hoy empiece demostrándolo comportándose como unos buenos anfitriones con los aficionados rayados haciendo que gane el espectáculo y el futbol.
Por Mayela Almaraz Durán