Para Maricarmen de Becerra sus cuatro hijos son su ilusión de vivir.
Una maravillosa experiencia ha sido el tener a Mariana, Ximena, Natalia y Héctor, de cuatro años de edad, los cuatrillizos que llegaron a ocupar una parte muy importante en la vida de Maricarmen y su esposo.
Una mamá de tiempo completo, cuyo día comienza a partir de las seis de la mañana, al ponerse de pie y así mismo levantar a los pequeños a las 6:30 a.m., "cambiarlos, peinarlos, prepararles el desayuno y llevarlos al kinder", comenta Maricarmen.
De ahí se va a su clase de baile, terminando va por su mandado y se dirige en seguida a preparar la comida. "Voy por los niños y por la tarde los llevo a su clase según el día que toque, puede ser jazz, futbol o natación. A las seis y media de la tarde los meto a bañar y para las siete y cuarto deben estar merendando, en eso no batallo pues les gusta de todo, puede ser desde un emparedado, una quesadilla o hasta taquitos de picadillo, sólo las verduras no les agradan mucho, pero lo que es la fruta les encanta.
Lo más difícil de cuidar a unos cuatrillizos fue cuando eran bebés, pues había que cambiar pañales, dar biberones y no se diga si lloraban al mismo tiempo, aunque siempre tuvo muchas manos que la ayudaran como las de su mamá y las nanas. Afortunadamente para Maricarmen ese tiempo ahora es 'prueba superada' pues entre más independientes sean, más ligera se vuelve la carga... "Aunque nunca me he quejado. Te acostumbras. Mi esposo y yo estamos muy contentos de tener a nuestros hijos".
En el historial familiar de Maricarmen no hay herencia que explicara el haber concebido un embarazo múltiple. Todo se lo atribuye a Dios. "Creo que simplemente me tocaba, lo bueno es que me agarraron joven y con mucha energía; eso sí, a partir de las ocho de la noche lo único que quiero es ir a la cama y descansar"... (ríe).
Antes de concluir, Maricarmen envió un mensaje a todas las mamás: "Tengan uno o más hijos siempre piensen en que Dios se los mandó y lo hizo por algo; así que hay que 'entrarle' y estar al mil con ellos, darles lo mejor de nosotros; pues hay mujeres que desearían ser mamás y no lo logran... y las que tenemos ese privilegio hay que agradecerlo".
