Los aficionados debieron pasar la noche en el exterior del Estadio Corona y formar largas filas, tanto en el Territorio Santos Modelo como en los diferentes puntos de venta, para poder adquirir un boleto para el juego de ida de la final.
Desde las tres de la tarde del martes empezaron a formarse las filas en la compra de un boleto para el juego de ida de la final entre Santos Laguna y Toluca, los primeros ocho en llegar fueron aficionados de San Pedro, Coahuila, quienes junto con varias centenas de seguidores de los Guerreros pasaron la noche en la banqueta exterior del nuevo Estadio Corona, sufriendo las inclemencias del tiempo.
Los sampetrinos en mención son Alejandro Pérez Escobar, Alondra y Azenet Hernández Escobar, Julio Pérez Díaz, José Luis Segura, Juan Salazar, José Alejandro Murillo Guerrero y Elier Burciaga, quienes esperaron pacientemente 19 horas para que ayer a las diez de la mañana abrieran las taquillas del Estadio Corona y pudiera adquirir cada uno de ellos tan sólo un boleto.
Detrás de los sampetrinos estaba la famosa "Guera de la Pulga Alameda'', María Teresa Sánchez Melero, quien manifestó que se formó en la fila a las cuatro de la tarde del martes, acompañada de un hijo y de Lupita Martínez González.
En la larga fila estaba también el lavador de carros Andrés Soria García, acompañado de su hijo Andrés Uriel Soria Cardona, de siete años de edad, quienes durmieron sobre unos cartones tendidos en la banqueta, soportando el frío que hizo en la madrugada y la falta de vigilancia policiaca, lo cual aprovecharon algunos para ingerir bebidas alcohólicas.
No podía faltar en las filas el grupo de estudiantes de Preparatoria que se "fue de pinta'' y prefirió pasar la madrugada en el exterior del Estadio Corona para conseguir un boleto, como fue el caso de Adali Puga Hernández, Laura Angélica López, Sofía Prado, Martha Alicia López y Mayra Gutiérrez.
Un vendedor de jugos de naranja "hizo su agosto'', pues no se daba abasto en la demanda de su producto entre los desmadrugados visitantes del Estadio Corona, quienes mitigaban los efectos del calor con un jugo y se protegían de las inclemencia de los rayos solares con sombrillas, pedazos de cartones y cobertores.
Las taquillas fueron abiertas a las 10:13 horas y de inmediato empezaron los empujones y las discusiones por la intromisión de personas ajenas a la fila, a quien los inconformes señalaban como los revendedores de boletos.
Las discusiones, alegatos y protestas estuvieron a la orden del día, reclamando a los policías y agentes de seguridad, encargados de las puertas de acceso, por haber dejado entrar a quienes no estaban formados en la fila.
VIALIDAD APROVECHA
En medio de esta confusión hicieron su aparición dos unidades de Vialidad, número 35901 y 35723, con una grúa, para retirar a los carros que estaban estacionados en doble fila, aprovechando que el propietario hacía la fila final en las taquillas de venta.
Los agentes de vialidad sin decir "agua va'' procedieron a subir a la grúa el vehículo Chevrolet Astra modelo 2005, con permiso de circulación a nombre de Leonardo Rafael Gaytán Ramírez, quien cuando regresó se encontró con una desagradable noticia.
En un alarde de prepotencia uno de los agentes de vialidad llamó por el radio a otra grúa más, la cual se llevó de la misma forma una camioneta estacionada en doble fila.
CENTROS DE VENTA
Igual situación se vivió en los centros de venta de boletos instalados en la cadena de conocida tienda de deportes y en dos centros comerciales de concepto moderno, en donde las filas también eran largas y los aficionados aseguraban haber llegado desde la noche del martes.
El reclamo era parecido, los guardias de seguridad permitían primero el acceso de los revendedores que de quienes estaban formados desde 12 horas antes, según lo manifestado por Jorge Olivares, Jorge Valdez, Manuel Loera, Jeimy Gaytán y Maximiliano Loera. En los centros de venta se registraron varios incidentes durante la venta de boletos.
La reventa en su esplendor
La reventa de boletos para el partido de ida entre Guerreros y Diablos Rojos estuvo a la orden del día, tanto en el nuevo Estadio Corona como en los centros de venta establecidos en diferentes puntos de la ciudad, en donde un boleto de 330 pesos era vendido hasta en mil pesos el mediodía de ayer.
En el exterior del Territorio Santos Modelo era normal ver a los revendedores cómo se acercaban a los automóviles a ofrecer boletos en venta, sin importarles la presencia de las unidades de la Policía Municipal.
Daba la impresión de que las mismas unidades policiacas los protegían, pues se logró captar el momento en que un revendedor ofrecía boletos al conductor de un vehículo de color blanco de la marca Volkswagen, modelo reciente, mientras su compañero dialogaba amigablemente con los ocupantes de la unidad número 35660 de la Policía Municipal.
En el exterior del Estadio Corona los agentes de vialidad estaban más preocupados en recoger carros estacionados en doble fila, mientras que los elementos de seguridad se "hacían de la vista gorda'' ante los revendedores.
En los centros de venta de boletos los revendedores tenían un modo de operar diferente, entraban vestidos con una camiseta de un color a la compra del boleto, y cuando salían del local comercial la cambiaban por una de otro color para despistar a los agentes de seguridad.
Un joven ingresó con una playera de color negro, y en los pasillos la cambió por una de color blanco para ofrecer el boleto de 330 pesos a mil pesos, y el de otra localidad hasta en 1400 pesos.
