El climaterio y menopausia son parte de la vida de las mujeres y deben aprender a controlar esas etapas hormonales.
Los bochornos son uno de los síntomas más comunes del periodo de transición a la menopausia, una de las etapas tempranas del climaterio. “Se definen como una sensación temporal de calor, especialmente en la parte superior del cuerpo”, explica el doctor Alejandro Vázquez Alanís, de la Clínica de Atención Médica Integral para la Mujer.
Nos cuenta que inician varios años antes de la menopausia, aún en mujeres con ciclos regulares, y generalmente aumentan conforme éstos se vuelven irregulares, alcanzando su máxima intensidad y mayor frecuencia entre uno o dos años después de la menopausia.
Razones naturales
Se trata de un proceso natural, pero el doctor Vázquez —miembro de la Asociación Mexicana para Estudios del Climaterio— dice que la intensidad de la sintomatología se relaciona con el estilo de vida, entre otros factores. Cada mujer experimenta la menopausia en forma diferente, pues hay quienes sufren incomodidades mínimas, mientras que otras presentan síntomas moderados o graves.
Pero, comenta, para las mujeres que llegan a esta etapa del tránsito del climaterio a la menopausia existe la terapia de reemplazo hormonal. La tibolona de Schering Plough es una alternativa eficaz, puede ser utilizada por periodos prolongados porque actúa selectivamente sobre tejidos específicos, a la vez que puede evitar los efectos estrogénicos indeseados sobre endometrio y mama, explica.
Según el especialista, es un tratamiento integral y produce una triple acción. Estrogénica: alivia los bochornos, sudoración, sequedad vaginal y previene la osteoporosis; progestagénica: no estimula el endometrio, y androgénica: mejora el estado de ánimo y la sexualidad de la mujer posmenopáusica cuando ésta se encuentra afectada.
En síntesis, nos dice, “disminuye los síntomas característicos de esta etapa y mejora notablemente la calidad de vida de la mujer”.
Cosas de mujeres
El médico especialista dice que con el paso del tiempo y sin una adecuada supervisión médica, los síntomas del climaterio se acentúan y en algunas mujeres surgen problemas como insomnio, pérdida de la memoria, atrofia vaginal, infecciones vaginales, dolor en las relaciones sexuales, incontinencia urinaria, depresión, entre otros.
“Una terapia de reemplazo como la tibolona debe considerarse como un tratamiento a largo plazo y no abandonarse cuando desaparecen los molestos síntomas ya descritos (lo que ocurre al cabo de unos cuantas semanas de haberla iniciado) porque los verdaderos riesgos, los que ponen en peligro la vida de la mujer —como las complicaciones cardiovasculares o la osteoporosis— tienden a reaparecer cuando se abandona el tratamiento”, afirma Vázquez Alanís.
Estadísticas mundiales indican que cerca de 70% de las mujeres en climaterio experimentan bochornos o sudoraciones y en 50% de los casos se presentan durante la noche, cuando la mujer duerme.