El Jueves Pasado Se reunió en la Ciudad de México el Consejo Nacional de Seguridad Pública integrado por los gobernadores de los estados y encabezado por el presidente de México, Felipe Calderón.
EN DICHA REUNIÓN Y por una mayoría de consenso, los gobernadores aprobaron la desaparición de las Policías municipales, para unificarlas en una sola Policía estatal en cada una de las entidades federativas.
LA DECISIÓN TOMADA Es una respuesta a la terrible realidad que tenemos a la vista, pues actualmente con el desempeño de más de 2,500 diversas policías municipales, es materialmente imposible ni su depuración ni su coordinación con las otras entidades policiacas tales como la Estatal o Ministerial y la Federal. En estas condiciones muy pronto existirá en el país solamente una Policía estatal por cada entidad federativa y una Policía federal.
LA ACTUAL ESTRUCTURA De una Policía por cada municipio, ha venido a demostrar su ineficacia para prevenir y menos para combatir el crimen organizado. Se comenta que los criminales dan su primer paso para la infiltración en los cuerpos de seguridad, precisamente en las corporaciones policiacas municipales; infiltración frente a la cual se encuentra impotente la gran mayoría de los alcaldes.
Los cuerpos policiacos municipales están integrados en su mayoría, por elementos que no han terminado ni la primaria y que además, quizá lo más grave: reciben un sueldo inferior a los 4,000 pesos: carecen de los más elementales servicios médicos para ellos y sus familias; no son beneficiarios de ningún sistema o plan de seguros, pensiones o retiro; carecen de estímulos administrativos con relación a grados y ascensos, se encuentran muy mal armados, pésimamente equipados y peor entrenados para poder afrontar con éxito el combate a la delincuencia. Por otra parte, y quizá la más grave, son los servidores públicos más desprotegidos de la administración pública.
EN ESAS CONDICIONES Poco o nada se les puede exigir a esos policías municipales, ni a los actuales estatales, es por ello que la decisión tomada por los gobernadores es la más conveniente para México en las actuales circunstancias.
PERO POCO O nada se logrará realmente, si con la creación de las nuevas Policías estatales, no se hace seguidamente una reestructuración cuidadosa y a fondo que permita cambiar efectivamente al cuerpo policiaco estatal en una unidad de seguridad pública responsable, honesta y comprometida con la sociedad.
