En tanto las condiciones internas no avancen, mediante la creación de empleos y el fortalecimiento del mercado interno, la economía nacional seguirá dependiendo del exterior.
José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, expresó que pese al avance de las exportaciones y la industria estadounidenses, no hay encadenamientos con el mercado interno, y la importación de insumos para producir es elevada.
En la inauguración del CIEN del ITESM, el investigador expresó que en México la recuperación es débil porque está basada en exportaciones de bajo valor agregado, sin impacto fuerte en la economía.
Añadió, que el sector servicios se está quedando atrás, lo que tiene un fuerte impacto sobre la economía familiar; sobre el empleo y los salarios.
Expuso que la evolución de las cifras económicas que a nivel agregado tenemos en el país, no son consistentes con los datos de empleo formal en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dados a conocer por las autoridades.
“Hay discrepancia en las cifras: no hay inversión en el país y el crecimiento económico es muy modesto, el consumo interno, como lo refleja el comercio al menudeo, no crece este año frente una caída de casi dos dígitos reportada en el primer trimestre de 2009”, dijo.
Por otro lado, las cifras de desempleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (IINEGI) permanecen elevadas.
“Hay una creación poco robusta de empleos, por tanto, cómo se explica un crecimiento de 300 mil empleos formales en el IMSS”, dijo De la Cruz.
Respecto a la propuesta de reforma laboral enviada por el gobierno federal al Congreso, señaló que sin crecimiento económico lo único que se hará será distribuir la pobreza; ya que será la misma masa salarial repartida entre más personas.
“Quizá podría reducir en el margen la pobreza alimentaria, pero seguirá elevado el número de pobres en el país”, expuso.
Consideró que tampoco resolvería el problema de desigualdad en la distribución del ingreso, que sólo se arregla con mejores salarios.
“Pero si se busca generar empleos bajando los salarios, en vez de fomentar la productividad, competitividad y el crecimiento, el problema no queda resuelto”, dijo el académico.
