Secuelas. Familiares de personas que murieron en hechos de violencia requieren ayuda urgente para poder superar el duelo.
La historia no termina al haber velado y enterrado el cuerpo de un familiar que murió en algún hecho de violencia.
Y es que, a decir de la directora del Instituto de Tanatología y Prevención del Suicidio, A. C., Antonieta Pulido Gurrola, los familiares necesitan atención urgente para poder superar el resentimiento y los deseos de venganza. Esto aunado a que, en ocasiones, se tiene la percepción de que no se cuenta con el apoyo de los sistemas de justicia.
En algunos estados ya se brindan terapias colectivas a los familiares, algo que la entrevistada considera positivo. "No solamente es necesario, es urgente que haya jornadas de tanatología para tratar las diferentes situaciones de pérdida como son las víctimas de violencia", refiere.
"¿Dónde están los hijos, las esposas, los papás de las personas que han sido víctimas de violencia", se pregunta la especialista en Tanatología. Y es que, aunque el instituto a su cargo brinda atención, son mayoría los que no se han acercado.
LOS OLVIDADOS
Alude a que la mayoría de las veces, en un homicidio, se presta atención a los sobrevivientes de la persona que murió y se olvida a los familiares del agresor que también necesitan ayuda. "Son víctimas porque son señalados por la sociedad. Niños que no tienen la culpa también perdieron a su papá porque fue detenido y a ellos generalmente no se les atiende", refiere.
ATENCIÓN
En el Instituto de Tanatología se ha atendido a 80 personas con un duelo de estas características. Son de Nuevo Ideal, Santiago Papasquiaro, Vicente Guerrero, Durango y Guadalupe Victoria. Sin embargo, hay otros municipios como Gómez Palacio en donde también hay quienes requieren atención.
Reconoce que hay veces que hay renuencia por parte de los afectados -sobre todo hombres- para recibir ayuda, por lo que considera necesario iniciar un trabajo de concientización. "Que reconozcan que hay quienes podemos dar este tipo de servicio, que podemos ayudar y tenemos la disposición".
Dice que este apoyo sí puede marcar la diferencia porque "después de algún tiempo, una persona que está recibiendo una terapia empieza a cambiar. Se sienten más tranquilos y logran una aceptación. En los que no acuden se van generando resentimientos y deseos de venganza", concluyó.