Cambian giro. Coyotes vencen a los caprinocultores que integran la Unión y cambian giro al rastro de caprino a avícola. EL SIGLO DE TORREÓN / EDITH FRAIRE
Caprinocultores del sector social aseguran que el Rastro Caprino inaugurado hace más de 5 años, es un 'elefante blanco'.
Dicho señalamiento, se dio luego de que la dirección municipal de Fomento Económico anunciara la reapertura del Rastro Caprino como maquiladora de avícola, después de 4 años y medio de estar sin funcionamiento.
El Rastro Caprino, ubicado en la solitaria Zona Industrial de San Pedro, fue inaugurado en enero de 2005 y era el primero en calidad de Tipo Inspección Federal (TIF). En él se invirtió alrededor de 14 millones de pesos, entre la Secretaría de Agricultura y Ganadería Federal, Gobierno del Estado, Secretaría de Economía, Financiera Rural y los propios caprinocultores, quienes iban a ser los principales beneficiarios, debido a que con la apertura del rastro comercializarían directamente sus cabras, sin la intervención de los "coyotes", esto según lo informó en su momento el presidente de la Unión de Caprinocultores de la Región Lagunera, José Antonio Martínez Vázquez.
Los caprinocultores del sector social explicaron que desafortunadamente faltó organización por parte de los administradores para atacar los puntos en donde los "coyotes" compraban las cabras a precios más bajos, por lo tanto los compradores preferían adquirir el animal aún vivo para trasladarlo a matar ellos mismos en sus empresas en Monterrey.
Desafortunadamente, esa práctica aún continúa, con o sin rastro. El precio en el que venden los caprinocultores sus cabras es muy bajo, incluso, para los que comercializan la leche es peor.
NO MÁS CABRAS
Hace una semana, Fomento Económico del municipio anunció 10 empleos más para los sampetrinos, ya que la administración del Rastro Caprino, decidió abrirlo para matar pollos, con la que podrán sacar de utilidad un peso por pollo sacrificado, lo que les permitirá pagar los 2 millones pesos que la Unión de Caprinocultores adeuda a la Financiera desde 2005.
Funcionarios municipales comentaron que el rastro que matará pollos, sólo ayudará con 10 empleos más al Municipio y sacará de la deuda a la Unión. Todo menos cumplir el objetivo para el cual fue construido, impulsar a las más de mil familias humildes que viven de las cabras.
