USTED NACIÓ PARA TRIUNFAR
Permítame comentar tal vez la ya gastada noticia que acaparó todos los medios de comunicación mundial en esta semana que termina, seguramente usted ya sabe a qué noticia me refiero, a la del sorprendente rescate de 33 mineros que se encontraban sepultados a un poco menos de 700 metros, en el yacimiento de cobre y oro "San José", en la región norteña de Atacama, Chile. Estos hombres, sus familias y por supuesto los rescatistas, nos dieron un ejemplo de sorprendente deseo de vivir, ganando todas las batallas por 70 días.
Le comento que tuve la oportunidad de ver la transmisión en vivo del rescate por uno de los principales canales de televisión nacional de Chile, eso fue ¡sorprendente!, ya que como usted vio, no sólo tenían cámaras en la salida del tubo por el que los sacaron (auxiliados por la jaula o cápsula denominada Fénix 2, en honor a la ave fénix, la cual resurge de entre las cenizas), sino en el interior de la mina, la señal de televisión que le comento proyectaba imágenes virtuales de quien correspondía el turno de salir, con datos generales, comentando además que el Gobierno de Chile les dio clases de oratoria (estando todavía en la mina) dándoles a escoger de entre varios temas de interés nacional (salud, economía, seguridad, agricultura y por supuesto minería) para que cuando la prensa internacional los entrevistara estuvieran preparados o a tono, ¿qué le parece?
Además que usted los vio muy modernos con sus lentes especiales y bien arreglados, ¡sorprendente!
Pero más sorprendente fue el comentario de Joaquín López Dóriga, en su noticiero del pasado miércoles 13 en transmisión nacional, en el que expresó: "todos vivos, todos rescatados, 33, que así fueran todas las historias, hay historias que dan envidia".
Según el diccionario "Enriquezca su vocabulario", del Reader's Digest, la palabra envidia es el dolor, rabia o anhelo que produce el bien ajeno. Y que sus voces afines son: celos y resentimiento.
"Lo más probable es que el señor López Dóriga usó la palabra a la ligera y sin ninguna mala intención".
Pero permítame comentarle que la envidia es un sentimiento bastante común, pero el no poder dominarlo puede ser altamente autodestructivo.
Unos ejemplos significativos de actitudes envidiosas y que ocurren con bastante frecuencia pueden ser los siguientes:
- Mi amor, ¿te diste cuenta cómo es que la casa del vecino se ve mejor que la nuestra?
"Hay que ver el coche que se compró mi compadre, ¿de dónde sacaría el dinero?"
Si es una persona envidiosa y quiere salir de ese estado, porque le está consumiendo la vida, la única forma de conseguirlo es, primero estar en paz con su creador, y después:
O Sienta el cariño y apoyo de los seres queridos.
O Desarrolle su sentido del humor.
O Encuentre su propia identidad.
O Sea consciente qué es lo prioritario en su vida.
O Tolere sus defectos y valore sus cualidades.
O Valore las cualidades de los demás en su medida.
Pero si decide seguir con ese sentimiento de envidia, lo que conseguirá será:
O Bloquear el pensamiento creativo.
O Generar ansiedad, tristeza y rencor.
Lo manifestará a través de miradas y frases inoportunas, o frases calculadas para hacer daño. Será un sentimiento que nunca podrá controlar sin ayuda y sin que usted mismo acepte que lo padece. Es difícil descubrir al envidioso pues se esconde a través de una apariencia amable, acogedora y simpática, y otras en conductas de excesivo respeto o excesiva admiración. El envidioso se alegra de los fracasos ajenos, sufre de los éxitos ajenos, pero desaprovecha tanta energía que no es capaz de alcanzar sus propios objetivos.
Sea libre de la envidia, recuerde... ¡Usted nació para triunfar!