USTED NACIÓ PARA TRIUNFAR
En la persona de Jorge Herrera Torres, mi amigo y doctor, deseo saludar y reconocer a todos los médicos de la Comarca Lagunera, ya que el día de ayer sábado celebraron su día, gracias por realizar su trabajo de una manera profesional, gracias Jorge, y que tu amabilidad y atención sigan impactando a las nuevas generaciones de médicos a los cuales también como maestro instruyes.
Entrando en materia le comento que el temor al rechazo es muchas veces peor que el rechazo mismo. Tener temor al rechazo todo el tiempo es más atormentador que sencillamente tratarlo en las ocasiones en que ocurra. Temerlo sin lugar a duda no lo evitará, y puede que en realidad le abra la puerta. El temor al rechazo es galopante, y la soledad es uno de los problemas más peligrosos y extendidos en todo el continente en la actualidad.
La soledad ha alcanzado niveles de epidemia, la cual continúa extendiéndose, sin respetar sexo ni posición social; las personas solitarias comparten un síntoma en común: un sentimiento de desesperanza en cuanto a sentirse queridas y un temor a ser inaceptadas y rechazadas.
El temor al rechazo conduce a las personas a relaciones superficiales o al aislamiento; afectando su capacidad de dar y recibir amor.
El temor al rechazo puede hacer que una persona retire su amor a alguien que genuinamente le importa, porque prefiere rechazar a ser rechazada, prefiere pensar que poner fin a la relación es elección suya en vez de serlo de la otra persona.
Al recordar el rechazo del pasado, las personas muchas veces tienen temor a llegar demasiado cerca de los demás, imaginando lo que sentirían al ser rechazadas nuevamente, prefieren el dolor del aislamiento y la soledad, que solamente les conduce a una mayor necesidad de aceptación.
Experimentando cada vez un círculo vicioso, queremos aceptación, pero tenemos miedo al rechazo y por eso nos aislamos.
Este temor se debe a que basamos nuestra autoestima en la opinión de otros, en lugar de nuestra relación con Dios, la mayoría de los que nos critican son en realidad personas que tienen una mala autoimagen, y evitan el dolor de cómo se sienten por dentro encontrando faltas en otras personas y concentrándose en sus imperfecciones. Las personas heridas hieren a otras.
Puede que le ayude recordar esta verdad cuando esté experimentando rechazo o crítica.
No es por nada que Dios nos pida que oremos por nuestros enemigos: ¡ellos están en una condición peor que nosotros!
Sea libre del temor al rechazo, recuerde.... Usted nació para triunfar.
