Deterioro. Pocas semanas antes del cambio de poderes, éste era el aspecto de auditorio-gimnasio Centenario.
El gimnasio-auditorio Centenario de Gómez Palacio vale 20 millones de pesos menos del costo de construcción que reportaron las autoridades de la Administración Municipal 2004-2007. Esto, de acuerdo a un avalúo integrado en un expediente de la Contraloría Estatal, del cual El Siglo de Torreón tiene una copia.
Este recinto, que pasó a la posteridad como sede de la ceremonia de protesta del ahora gobernador de Durango, fue construido en la Administración del ex alcalde Octaviano Rendón Arce y terminado antes de agosto del 2007, cuando concluyó su gestión.
La obra, de acuerdo a las autoridades, tiene un valor de 57 millones de pesos, según se manifestó en los informes. Fue a solicitud del Ayuntamiento entrante (2007-2010), que el primero de octubre del 2007 los valuadores Luis Felipe Cervantes Máynez, Héctor Américo Niño Valdivia y Aldo Alonso Sandoval Montemayor , ingenieros especializados en inmuebles, realizaron el avalúo del gimnasio Auditorio Centenario. La razón de la solicitud fue un cúmulo de observaciones que le hizo la Auditoría Superior del Estado a esta obra.
El resultado de la estimación entregada al Municipio, misma que el Ayuntamiento jamás hizo pública, arroja que el gimnasio en realidad vale 48 millones 669 mil 467 pesos. Sin embargo, aún habría que rebajar 8 millones de pesos a esa cantidad, porque el terreno es propiedad del Municipio.
FALLAS A FONDO
El costo del inmueble no queda justificado por la calidad del mismo.
El avalúo señala que la calidad de la estructura del auditorio, sus accesos, andadores, oficinas, baños, lockers, gradas, taquillas y áreas de carga y descarga es "poco adecuada" al igual que la calidad del proyecto, mientras que la mano de obra fue calificada como "deficiente".
Incluso se indican riesgos, pues las gradas con estructura metálica son poco confiables. En el documento se recomienda un dictamen de cálculo estructural para dimensionar el grado de seguridad.
El Siglo de Torreón señaló el deterioro prematuro del gimnasio en los años 2008, 2009 y 2010. El 1 de julio del año 2009 se publicó:
Según las recientes inspecciones de Obras Públicas y el reporte preliminar actualmente presenta daños en mil metros cuadrados de piso con revestimiento epóxico y 10 mil metros cuadrados de textura de las fachadas. (Página 4E de la sección La Laguna)
Manuel Gerardo González Margáin, director de Obras Públicas en esa fecha, declaró para la misma nota: "Me parece que faltó supervisión y control sobre la obra".
La supervisión de la construcción del inmueble estuvo a cargo del actual director de Obras Públicas del Municipio, José Betancourt Hernández. Él, quien también es catedrático de la Facultad de Ingeniería Civil y Arquitectura de la Universidad Juárez del Estado de Durango, opina diferente.
"Los daños son fundamentalmente de mantenimiento, son detalles, tenemos un sol muy fuerte y nuestras lluvias que son muy cortas también son muy fuertes, entonces la hidratación repentina genera un desprendimiento de capa entre lo que es las películas de la pintura y generan cáscaras. (Se) puede constatar pues a raíz de que tuvimos la toma de posesión del Gobernador, en un intervalo de 15 días vuelve a cambiar la imagen del gimnasio sin que haya sufrido reparaciones, sólo detalles del mantenimiento", aseguró el funcionario.
En aquel entonces, "yo tuve la responsabilidad de que los trabajos continuaran de acuerdo a calendario, que los procesos constructivos y los acabados fueran los que estaban indicados por los que fijaron las especificaciones y las normas constructivas y mi jefe inmediato era el director de Obras Públicas Municipales, el ingeniero (Alfredo) Alarcón. Yo era externo, tenía un sueldo semanal, yo no tenía acceso al dinero", explicó Betancourt.
NO FUE LICITADO
Para construir el gimnasio-auditorio Centenario el Ayuntamiento determinó que no era necesario licitar la obra públicamente sino que lo construyó por Administración Propia, porque el Artículo 63 de la Ley de Obras Públicas del Estado de Durango otorga al Municipio la posibilidad de hacer la construcción de esta forma.
"¿Cuál hubiese sido su costo si no se hubiera hecho de esa manera?, quizá hubiera sido una obra de 170 ó 180 millones de pesos", asegura Betancourt.
BUENAS INTENCIONES
La obra debía estar operando en el mes de julio de 2007, pero hubo retrasos y se hizo con un programa de obra apretado por lo cual llegó a haber hasta 150 trabajadores de esa área.
Este año se autorizó que el cambio de poderes del Estado fuera en este recinto. Nuevamente se trabajó a marchas forzadas y el 14 de septiembre, un día antes del evento, varios trabajadores aún se ocupaban de mejorar el aspecto del Centenario.
El proyecto conceptual arquitectónico tenía diferencias al actual: los picos del exterior sobresalían poco más de 12 metros y subían en altura 7 metros y medio más de cómo está actualmente.
El gimnasio-auditorio Centenario fue promovido como una magna obra. "Un auditorio digno para Gómez Palacio", era el mensaje expuesto en un anuncio espectacular ubicado a un costado del canal del Sacramento.
El "auditorio digno para Gómez Palacio"
Presenta numerosas fallas y cambios al proyecto original
Detalles y cambios
Los valuadores hicieron observaciones a detalle en colocación de duela en el foro principal (irregularidad en colocación) y a las instalaciones y cableado de equipos en azotea por estar expuestas.
El gimnasio fue diseñado con una capacidad para cinco mil personas cómodamente sentadas durante la presentación de espectáculos deportivos. En actividades culturales la capacidad se ampliaría hasta 7 mil personas. Estos aspectos sí se cumplieron.
Originalmente contaría con un sistema de gradas retráctiles. Las gradas que se instalaron son metálicas sin sistema retráctil.