Vandalismo. Esta es la imagen que presentan los bustos de ciudadanos ilustres en la Alameda Zaragoza. Abandono. No hay busto, tampoco placa; así hay por lo menos tres pedestales en el Paseo de los Escritores en la Alameda Zaragoza. Olvidados. Por autoridades municipales y hasta por sus familiares se encuentran los bustos alusivos a la vida y obra de escritores.
En el abandono se encuentra la calzada de los Escritores en la Alameda Zaragoza. Por lo menos tres bustos han desaparecido de sus bases y el resto tiene las estructuras grafiteadas, deterioradas o cubiertas de maleza y excremento de pájaro.
Además, tiene varios meses que no funciona la Fuente de El Pensador. En el mismo caso se encuentra la fuente de El Lago Coahuila.
Son 15 los bustos que debe haber en el Paseo de los Escritores, pero actualmente sólo son 12.
Los bustos desaparecidos fueron arrancados desde la base de fierro. Los ladrones se llevaron también las placas de bronce.
Visitantes asiduos a este paseo público que tan sólo el domingo registra una afluencia de alrededor de 5 mil personas según Plazas y Mercados, consideran que le hace falta mantenimiento y vigilancia.
Los rondines de policías servirían para sancionar a los ciudadanos que también son causantes del deterioro que presenta su imagen.
Por la noche de cualquier día de la semana el sector es intransitable por la proliferación de sujetos solos o en pareja en actitud sospechosa. El alumbrado público no es muy bueno en lo general.
El único sitio de la Alameda Zaragoza que está siempre concurrido es el de las Canchas Deportivas que cuentan con suficiente iluminación.
De ahí en más, se cierran los servicios sanitarios y los vendedores de alimentos se retiran relativamente temprano.
Los visitantes a la Alameda Zaragoza aseguran que las causas de que no se encienda la Fuente de El Pensador y la del Lago Coahuila, es para evitar que los niños, jóvenes y hasta los adultos se metan a bañarse como ha sucedido infinidad de veces.
Según los comerciantes de cochecitos infantiles que operan en las calles laterales de la Alameda, en el día también hay problemas que hacen urgente la presencia policiaca.
Grupos de jovencitos que se salen de las escuelas cercanas se van ah→ í a refugiarse.
Aseguran que prácticamente, el paseo público se convierte en dormitorio, pues los grupos o en pareja se duermen en el césped, en las bancas, y se esconden atrás de las áreas construidas como el espacio que ahora ocupa el Pentathlón.
En el aspecto de la basura no hay suficientes recipientes y además, en lo general a la Alameda le hace falta riego suficiente.
Actualmente se construye en un espacio cercano a la calle González Ortega y Matamoros, un área que supuestamente será el Teatro del Pueblo.