Entrega. El escritor Mario Vargas Llosa lee su discurso de recepción del Premio Nobel 'Elogio de la lectura y la ficción'. EL SIGLO DE TORREÓN / CORTESÍA
Estocolmo, Suecia.- "Me gustaría que mi madre estuviera aquí", señaló ayer el escritor peruano Mario Vargas Llosa en su discurso de recepción del premio Nobel de Literatura 2010, titulado "Elogio de la lectura y la ficción".
Además, el autor recordó a su abuelo, que "celebraba" sus versos y al tío Lucho, "que tanto me animó a volcarme en cuerpo y alma a escribir aunque la literatura en aquel tiempo alimentara tan mal a sus cultores".
Vargas Llosa relató que no era fácil contar historias cuando inició su carrera, pero gracias a la influencia de diversos autores pudo continuar.
El autor también mencionó a Cervantes, Tolstoi, Dickens, Balzac, Thomas Mann, Conrad, Malraux, Camus y Orwell.
"Si convocara en este discurso a todos los escritores a los que debo algo o mucho sus sombras nos unirían en la oscuridad, son innumerables", explicó. Aunque en un principio se preguntó si estaba bien dedicarse a la literatura en un país como Perú, sumido en la pobreza, a la distancia cree que tomó una buena decisión.