El coordinador general de Exorcismos de la Arquidiócesis de México expresó lo anterior durante la inauguración del Congreso de Exorcismo que se realiza en esta ciudad.
Las tentaciones que presenta el diablo son el poder, el dinero y el placer, lo que está apartando a los hombres incluso de las leyes naturales como se está viendo con los matrimonios homosexuales y su posibilidad de adoptar, opinó Pedro Eusebio Mendoza.
El coordinador general de Exorcismos de la Arquidiócesis de México expresó lo anterior durante la inauguración del Congreso de Exorcismo que se realiza en esta ciudad.
Según él, la homosexualidad y el lesbianismo son fruto de un desorden provocado en la naturaleza por la acción del hombre, debido a que ese tipo de personas va dejando carencias afectivas que se quieren solucionar, posteriormente, de una manera equivocada.
Expresó que las personas deben actuar dentro del plan de Dios y ser esposos, padres y educadores, y la misión que tiene el hombre al cooperar con Dios en la obra de la creación es a través de la procreación y educación de los hijos.
En este sentido, consideró que la relación amorosa de un hombre y una mujer llega a los hijos y los homosexuales nunca tendrán hijos, a menos que una pareja de mujeresreto rra a técnicas como la fecundación in vitro.
Por su parte el obispo auxiliar de México, Florencio Armando Colín, negó que la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de declarar la constitucional de los matrimonios entre personas del mismo sexo y su posibilidad de adoptar en el Distrito Federal sea una batalla perdida para la iglesia.
Ello, indicó, porque como Iglesia y como católico se tiene que seguir anunciando lo que se ha revelado en el Evangelio para seguir por el camino correcto.
Asimismo mencionó que el narcotráfico también es una manifestación de lo maligno, porque realiza acciones que van en contra de la dignidad, de la moral y de las leyes.
En tanto, con respecto al congreso, Mendoza Pantoja destacó que es un curso de formación para laicos sobre el problema que se presenta en muchas personas por incursionar en la adivinación, la astrología y el espiritismo, ya que son formas de abrir la puerta al diablo.
